Antes eran chéveres, ahora la verdad siempre tienen sucio el local, la atención es de regular a mala y siempre con cara de hartazgo, si pides jalapeños o mostaza o cualquier cosa adicional te la van a dar de mala gana, por lo menos así me ha pasado a mí en las últimas ocasiones en que los he visitado, incluso me prometí no volver, pero luego se me olvidó y regresé y luego de otra mala experiencia ya me lo volví a prometer. Lo peor es que no puedes tomar alguna de las mesas aunque estén libres porque siempre hay en ellas platos y montones de basura, en este local no hay botes de basura ni se permite que los clientes entreguen sus platos sucios en la barra(ya lo intenté una vez y me dijeron que no era necesario, que ellos se encargarían) y como siempre se llenan de clientes no hay quién limpie y pues las mesas siempre están llenas de basura. La calidad de los productos y del servicio ha bajado, nunca fue un lugar de primera pero sí un sitio decente para pasar el rato y comer algo en lo que entrabas al cine, pero la verdad ya no se antoja quedarse.