Las Titas

Las titas son como el Yerberito (la canción de Celia Cruz), sólo que en vez de recetarte una planta por aquí y otra planta por allá, ellas se encargan de combinarlas para tu propio provecho y beneplácito.
Si tienes gripa tienen como 5 opciones distintas para remediarte, para el gusto de cada uno, porque también importa que disfrutes lo que te tomas; si te duele la panza también tienen algo ligero para quitarte (o promoverte) la diarrea y limpiarte por dentro; si lo que te pasa es traes bajas las defensas también tienen la solución.
Y a pesar de que ellas pueden sugerirte ingredientes panacéicos, tú mismo puedes crear tus combinaciones, y si gustas, pueden echarle su toque especial para perfeccionar tu propia receta.
Las Titas son auténticas genios del maridaje frutal.

Mi experiencia en las Titas data de varios años atrás, cuando comencé a conocer Guadalajara, era estudiante, en una clase que faltó un maestro, me llevó una amiga a desayunar al mercado de Santa Tere, cuando llegamos, no me gustó mucho el lugar, pero pedí un biónico con mucho yoghurt, y un jugo combinado, me encanto! Y desde entonces no he dejado de visitar éste lugar, siempre llego a desayunar o mínimo por un jugo de mandarina o verde, también algo de lo que me encanta son las gelatinas y flanes que venden, son muy ricos. Con el paso del tiempo han ido poniéndose al nivel de la competencia y ahora venden desayunos más completos como chilaquiles, burritos, sándwiches etc, y eso me gusta porque todo es muy rico, bien servido e higiénico. Los precios son un poco mas caros que en otros lugares, pero los platillos están muy bien servidos y el servicio es muy bueno.

Antes del boom de tiendas naturistas, estaban ellas. Antes de que en todos lados te dijeran que la chía es mágica, estaban ellas. Antes de que tu mamá te prepara un licuado super energético para antes de ir a la escuela, estaban ellas. Incluso, antes de que las carreras de polvitos de colores te convencieran de que ser «Fit» es la onda.
Añales llevan en el mercado de Santa Tere. Por ahí tienen un recorte amarillento enmarcado haciendo alabanza a su trayectoria. Y no es para menos, si lo que buscas es algo sano y refrescante, incluso, hasta si quieres quitarte una cruda, tienen el remedio para tus males. Todos los jugos se hacen al momento; y es que no tienen de otra porque su variedad es enooooorme.
Al grito de «pásale mi amor, ¿que te damos?», la barra te invita a tomar asiento rodeado del folclore de un mercado muy mexicano. Y así sentado en un lugar que no permite las prisas, el tiempo se congela solo para prolongar un poco más el disfrute de tu selección.
Desde las más extrañas combinaciones que involucran nopal, o salvila. Hasta mi preferido jugo de uva con manzana y hierbabuena. Sea lo que sea tu antojo, te lo preparan incluso aunque no esté en la carta. También hay biónicos, super llenadores y que seguramente te darán pila para toda la mañana.
Un lugar a visitar SÍ, o SÍ.

Este es uno de los puestos más tradicionales dentro del mercado de Santa Tere, de los más ricos y favoritos de los tapatíoas también.
Recuerdo claramente cuando era niña y los sábados o los domingos mi papá nos traía a este lugar por un rico licuado. Uno de los mejores recuerdos que tengo y que persiste es la cálida atención de nada Tita sus hijas y las demás personas que trabajan ahí.
Básicamente si quieres algo saludable y muy rico este es el lugar indicado, licuados, fruta picada (todo es fresco) y biónicos.
También encuentras galletas y algunas piezas de pan. Los tamaños y las porciones son adecuados para todos los gustos y los precios se me hacen razonables.
Titas es el lugar donde te dan un trato súper amable y muy cálido, te hacen sentir bien recibidos, es pintoresco y delicioso.

Uno de los locales más representativos del mercado de Santa Tere, con las Titas siempre serás atendido como rey, ellas personalmente se encargan de supervisar a calidad de sus productos (basados en frutas, jugos y productos naturales) y el servicio.
Con más de 30 años, las Titas son expertas en la confección de jugos frutales, presumen tener una combinación propia para cada estado de ánimo, para fortalecer las defensas o simplemente para disfrutar algo delicioso, natural y preparado al momento. Pero lo mejor de todo es la atención, ellas se la pasan diciendo palabras cariñosas a sus clientes, apapachado a sus fieles que día con día regresan por más.
También venden sándwiches, paninis, escamochas, biónicos y mas delicias propias de mercado, como las tradicionales jericallas. Los precios son algo altos para un mercado, pero su calidad bien lo vale.

¿Andas crudito? ¿tienes ganas de recuperar energía? o quizá simplemente eres muy fan de los jugos, los licuados y eres muy sano… este es el lugar para ti. Ubicadas en la zona de comedera del mercado Santa Tere, este negocio es inspirador y un ejemplo para otros changarritos de comida que están en ese mismo lugar, las mujeres que atienden aquí son extremadamente cariñosas, en el mejor de los sentidos te están «chuleando“y tratan a sus clientes de una manera muy familiar.
Como están instaladas dentro de un mercado sus jugos, biónicos, yougurths y demás cosas que venden están elaborados con ingredientes frescos, tienen una gran variedad de granos para tus preparados, como avena, nuez, almendras, entre otros. Puedes endulzar tus bebidas con azúcar o miel, ya todo depende de tu estilo. Además el chocomil de aquí queda espesito y espumoso, al mero estilo del chocomil de mercado.

Recuerdo clarito la primera vez que compré en este puesto. Pues soy una super fan de las frutas y sobre todo de los biónicos, pero aquel biónico que me sirvieron ahí parecíà la enorme torre de Piza, y eso que lo pedí de tamaño chico, me acuerdo que iba haciendo equilibrios para que no se fuera a caer la fruta. El novio en turno que me acompañaba esa vez, solo se me quedó viendo a la cara como diciendo: yo te lo invité y ahora te lo comes.
Por supuesto que estaba riquísimo, la fruta es muy fresca, te agregan fruta en almibar y el yogurth esta muy bueno.

La escena es la siguiente: mujer entra al Mercado de Santa Tere vistiendo pants, con los pelos que parecen de elote y ojeras de tres días. Al pasar por el puesto de Las Titas escucha una ola de «preciosa, buenos días» y «hermosa, ¿qué te sirvo?». Por lo menos para mí es suficiente para convencerme de desayunar frutas en vez de quesadillas de vez en cuando.
Con nombres chistosos, todas sus especialidades son saludables pero riquísimas. Venden jugos, licuados y yogur con combinaciones deliciosas y en ocasiones hasta curativas. Mi absoluto favorito, además de los cumplidos, es la escamocha pero también hay tortas y sándwiches para quien no pueda resistir que la proteína falte en el desayuno.
Aunque la Tita mayor, la señora Basilisca Sánchez, y sus hijas han abierto otras sucursales ninguna tiene el sabor y la onda de la primera que abrió sus puertas hace más de cincuenta años al interior del mercado.