Tengo un buen recuerdo de cómo empecé a consumir de estos pollos rostizados y es que a la mamá de mi amigo le gustaban mucho. Resulta que este chico y yo hemos sido amigos desde la secundaria y por eso pensaban que andábamos pero nada más lejos de la realidad, así que su mamá nos mandaba a comprar pollos aquí. Yo siempre lo retaba diciéndole que no eran buenos porque los de casa de mi abuelita eran mejor, pero oh sorpresa! Cuando la Lecaroz que es una panadería muy reconocida tomó posesión de este lugar trajo sus pollos y miren que me dejaron con la boca cerrada porque tienen muy buen sabor. El único problema que le encuentro es que están un poco grasosos yo creo que depende de quien los barniza antes de subirlos al carrusel o quien los está bañando constantemente para que no se resequen. Tiene la ventaja de que ahí mismo compras las papas, los chiles si es que quieres o también te puedes llevar sólo la salsa que te dan para acompañar. Son de precio económico y arman paquetes para que te intereses más y no dudes en llevarlos.