Pet Land

Esta veterinaria es práctica en el sentido en que es accesible por su locación. Pero fuera de eso, la verdad es que el servicio no es el mejor. Una vez que llevé a mi perrito Aristóteles, a que lo bañaran y le cortaran el pelo, le rasuraron toda la pancita. En apariencia se veía bien, pero a los días le empezó a dar una picazón de aquellas; finalmente esto le provocó una infección. Lo llevé de nuevo para que lo revisaran. El medicamento me salió carísimo y al pobre Aristóteles tuve que ponerle un cono en la cabeza para que no pudiera chuparse.
También venden mascotas (perritos, serpientes, tortugas) y otros productos. El local es muy reducido en tamaño, por lo que el área en donde atienden a los perros es muy reducida y, por lo mismo, sucia y huele mal. Realmente no creo que sea el lugar adecuado para este tipo de negocio.