La Michoacana

Estos lugares jamás van a salir sobrando, y esto no es una especulación, se los estoy asegurando. Claro que en épocas de calor se aprecia más este tipo de lugares pero lo más importante es que en el estado que te encuentres, ciudad, municipio, o pueblo, La Michoacana siempre será ese lugar al que te puedes acercar a comer un postre, tomar un agua o alguna fruta. Aunque nunca he comido frutas aquí, parece que es un buen lugar que tiene bastante higiene.
Este lugar no es diferente a todos los demás, con sus coloridas paredes y llamativos letreros. También cumplen con la expectativa de los sabores en sus nieves, paletas. Y aguas. Yo les recomiendo pedir mitad horchata y mitad fresa, es la combinación especial y les prometo que no se arrepentiran… Me gusta cómo han logrado mantener esta imagen de la típica «Michoacana» a lo largo del país, así manteniendo a los mexicanos felices con sus sabores.

A pesar de haber muchas michoacanas en Tijuana, todas son diferentes. La atención, la calidad, el sabor, el servicio y los precios varían de un local a otro y depende mucho de los dueños de cada peletería. Yo siempre buscos aguas y ensaladas de frutas, esas son mi talón.
Mi agua favorita es el agua de frutas, y he ido como diez diferentes lugares para pedir esta agua, no hay otra michoacana que la haga tan perfecta como aquí, a parte que los pecios son mucho más baratos que en otras peleterías. El agua más grande cuesta $ 23 pesos, y esta enorme además de ser deliciosa.
Las fresas con crema con otro manjar, pero tienes que aclararles que las quieres naturales, por que si no te las mezclan con congeladas y personalmente se me hacen muy dulces. Si las pides solo naturales están riquísimas, y una vaso grande sirve para alimentar como a tres hambrientos o un glotón.
Los precios y los tamaños de las cosas varían del menú en la pared (a veces), y es que al parecer siempre tienen proveedores diferentes de platos, vasos o cajitas para entregar sus alimentos.