La Fabrica

Llegue a la fábrica porque tenía que darles alguna introducción a mis alumnos de la universidad, en la materia de dibujo.
Era difícil la idea de llevar un modelo de desnudo, y que no es una academia de arte, si no que tienen otras carreras en el plantel. Además, de un estilo conservador. Por lo que, hubo la necesidad de dar la clase en este establecimiento de Nano Malhora, un artista visual de la ciudad de Tijuana que amablemente me permitió hacer de las mías.
Pues mis alumnos quedaron maravillados, la modelo era muy profesional y dado que van diferentes dibujantes a la sesión, n había morbo lo cual tenía a la expectativa a mis chicos.
Hacen algunos descansos para conversar y tomar café antes de volver a la dibujada. El ambiente es muy tranquilo y amigable.
No son clases como tal, cada uno va con sus lápices o lo que decida utilizar, allí venden el papel y tienen todo lo necesario.
Y dibujas libremente, no hay criticas destructivas y los horarios son muy flexibles para los que trabajamos.