Hospital del Carmen

Es el primer lugar que visité en Tijuana. Lo digo en serio, literalmente aquí fue donde vi la primera luz al venir a la vida y a esta bella ciudad. El Hospital del Carmen, es una referencia tanto en mi colonia como en lugares no muy cercanos. Este es uno de los hospitales en los que los médicos no se molestarán que tras salvarle la vida a un paciente en cirugía, los familiares de éste digan «gracias a dios» puesto que es un hospital católico; y si se molestan, deberían estar ya acostumbrados.
Este lugar necesita seriamente un estacionamiento pues es molesto no poder transitar tan libremente por la calle donde está situado porque están estacionados todos en doble fila ya sea por el hospital o los tacos de enfrente pero el punto es que entorpecen bastante el tráfico y si llevas prisa, puede ser muy nefasto.
Este lugar provoca en mí, un torbellino de emociones pues además de nacer aquí, mi bisabuela dijo adiós a sus 98 años y casi lo hace mi abuela pero gracias a los médicos, pudo salir adelante a su enfermedad. Muy buen hospital.

A nadie le gusta pensar en los hospitales, siento que tendemos a relacionarlos con tragedias, accidentes o con operaciones dolorosas. Pero hay otra manera de verlo, depende del caso claro está, pero para mí los hospitales son lugares de salud, no de enfermedad, es donde se celebra la vida y donde gracias a los avances médicos, podemos ir a que nos arreglen de todo lo que nos falla y a que nos ayuden a disfrutar de nuestra estancia aquí en la tierra por un ratito más.
Yo conozco el Hospital del Carmen porque ahí nació uno de mis hijos, es un hospital católico manejado por mojas, así que las bendiciones se sienten y te acompañan en todo momento. No es un hospital grande ni lujoso, es modesto pero tiene todo lo necesario para darte una atención completa y muchos médicos se sienten cómodos operando ahí.
Está ubicado en la colonia Gabilondo y cuenta también con farmacia y laboratorio de análisis clínicos.