Ricos Caldos de Gallina Villa

Para quienes no soportan ni media hora de la resaca y buscan de un buen caldo que les ayudé a ser menos doloroso ese dolor de cabeza, los caldos de gallina te vienen a salvar de ese mal rato.
Este puesto siempre está repleto de gente, sobre todo los fines de semana que es cuando uno por las mañanas decide comenzar su día con un buen caldo o como dicen aquí, que les caiga algo caliente al estómago.
En este local está hecho para aquellos amantes de los caldos de gallina.
La verdad es que yo no soy muy fan de ningún caldo, pero mucha gente de aquí lo recomiendo. Ya saben, porque está muy bien preparado. Uno viene aquí a curársela o a degustar de un buen sabor de la gallina.

Ahora que andas quejándote de la gripa, el clima y lo demás que al parecer atenta contra tu vida, pues oye, un caldito de gallina para eso de los catarros y los enfriamientos no te caería mal. La cultura te enseñado, a pesar de que no hayas prestado atención a la cocina, que es una simple sopa servida con trozos de gallina, garbanzos, cebolla, sal, cilantro, ajo, jitomates y unos chilitos de árbol. Si pretendes ser un aventurado, pídele a tu madre la olla exprés. Mete tu gallina dentro para cocerla de manera rápida. Recuerda, mano. Remoja los garbanzos un día antes y ya después los cocinas con tu pollito. En lo que dura ese proceso del que tú no tienes idea, corta unas cebollas, tu cilantro y unos limones. Con los chiles, pues fríelos, junto con unos jitomates y luego, vámonos Ricky con un molcajete. Tú échale sal y ajo y ya estás.
Claro, da flojera, pero en estos casos, puedes acudir a los Ricos Caldos de Gallina «Villa».