Cuando era niño tuve un perro que aunque me dio mucho cariño y lo quise mucho me remuerde la conciencia cada que pienso en él. Y es que jamás lo llevé por un buen camino, era un bruto. Afortunadamente, ya en mi edad adulta y con dos perros he conocido un lugar que ha hecho muchísimo por mis mascotas. Mondo Cane es una escuela canina de adiestramiento, pero también spa y hotel. Por recomendaciones llegué ahí para que mis perros fueran a la escuela, ya saben, que aprendan cosas, pero más que aprendieran ellos(que si lo hicieron), aprendí yo, a cómo tratarlos, casi como si el mismísimo encantador de perros me estuviera dando unas clases particulares. El punto, es que tomaron un curso un tiempo(no tienen que ir toda la vida) y ahora les saco el máximo provecho. Algunas veces vuelven a sus antiguas«aulas», cuando tengo que salir de la ciudad para quedarse en una pensión(por eso es hotel) donde por una módica cantidad al día te los cuidan, alimentan y los ponen a hacer ejercicios. Lo mejor es que como siempre tienen perros ahí hasta hacen amiguitos. Darío, Claudio y yo estamos muy contentos de haber conocido este sitio.