Nunca me he quedado a comer el helado en Gelatte, hay mucho ruido y casi siempre prefiero caminar. El helado y la caminada me hacen pensar. De hecho con el helado de nuez fue con el que descifré a lo que se referia Claude Levi-Strauss cuando hablaba de mito. Ya saben, de esas copias que luego me aviento como historiador y que no entiendo hasta días después. Ahora el mito me sabe a nuez Gelatte y siempre que no comprendo algún concepto voy al mismo lugar por helados distintos para ver si uno pega y me ilumina. Por ejemplo, ya descubrí que para entender a Marx tengo que pedir siempre paleta de fresa.
Fco Javier T.
Tu valoración: 4 Puebla, México
Gelatte está en mi camino del diario, no me refiero a que sea un lugar al que paso a consumir, si no a que lo veo todos los días desde la ventanilla del coche o el autobús. Y ahora que entré(y desde dónde estoy escribiendo la reseña), me parece un lugar acogedor y se le nota desde la calle. Es un lugar con sillones y sillas bastante cómodas como para echar una platica en pareja, amigos, familia o hasta solo. Tienen servicio de televisión(ahorita están pasando vídeos de banda) y de sanitarios, por si las dudas. Además si lo prefieres, también puedes subir a la segunda planta para tener una mejor vista de la Av. Reforma(aunque lo único que vas a ver son carros). Su menú es bastante variado, pues puedes encontrar paletas de agua($ 13.00), pasando por helado, aguas frescas, hamburguesas, sándwich y hasta café. Lo mejor es que el servicio es bástante rápido y el lugar muy tranquilo. Recomendado.
Jessica P.
Tu valoración: 4 Puebla, México
No conocía este lugar si no hubiera sido por Unilocal,pues se me ocurrió venir caminando y necesitaba urgente un agua, y recomendaron éste lugar, la verdad es muy bonito, y se destaca luego luego. Cuándo entre la atención fue en suma inmediata, yo con mi desesperación buscaba un agua, me recomendaron la de Piña y esa compre y no me arrepiento de la elección, cuesta $ 13.00 pesos el medio litro. También venden paletas y helados desde $ 10.00 pesos, nieves y lo más importante café, puedes subir a la segunda planta. Las sillas son muy cómodas y el lugar es bonito, lo único que no me gusto es la música de banda que se proyectaba en la televisión. En general el lugar es bueno para pasar un rato tranquilo, casi no hay mucha gente o en el tiempo que estuve solo acudieron pocas personas, pero cabe mencionar que es entre semana.