El único bar de los sapos que sobrevive, ubicado entre los pasajes John Lennon y el del carolino, no tiene nada novedoso, pero es muy económico, algunas promociones son excelentes, las veces que lo visité era saliendo de la universidad porque sabíamos que aquí abren temprano, no piden credencial y es barato. Los viernes y sábados en la noche tocan salsa, a veces nos quedabamos ya entonados a bailar un rato, sólo que es en la parte superior de este lugar, el servicio de meseros siempre ha sido bueno, se ganan la propina.