Este era mi rumbo cuando iba a la secundaria y lo que mas me llamaba la atención(bueno hasta el día de hoy sigo mirándolo) es el muñeco súper musculoso que tienen en la entrada, pues en primavera le ponen su pareo y sus gafas, en Halloween lo visten de Frankestein y en Navidad de Santa Claus. Esta fue mi curiosidad y atracción principal para que un año después tomara mis primeras clases de spining aquí, la verdad me gustaron muchas las instalaciones pues aunque por fuera piensas que son pequeñas la verdad es que están amplias. Algo que me gustaba mucho es que para meterte a las regaderas era necesario llevar chanclas pues los encargados no querían que se hicieran hongos y luego se nos contagiaran. Es lugar muy barato pues recuerdo que pagaba $ 200 pesos al mes e iba 3 veces a la semana. Una opción muy barata y súper céntrica.