Una pescadería con todas las modernidades que se requieren sin perder ni un poquito el encanto del pescado fresco. Además venden carne. Descubrí este lugar por casualidad, ya que hay que decirlo, se maneja con bajo perfíl ya que sus clientes son fieles y comelones, ja, en esta pescadería moderna hay parrilla y te pueden asar tu carne o pescado al momento, una cosa que me hace feliz, muy feliz. Los precios son justos para el producto, y la atención de las personas que ahí trabajan es de lujo, son de esos encargados(en realidad es una encargada) que se convierten en tus amigos y no dudan en recomendarte los productos de una forma honesta y sin ganas de vender por vender, en síntesis, vayan por favor y asen lo que pidan ahi, tienen el secreto de la parrilla perfecta.