Hotel Hul-Kú

Un hotel justo para el estilo de vida surfer aventurero. Es posible que su apariencia externa sea poco atractiva, pero, no es así la vida misma, agresiva por fuera pero llena de detalles y aventuras; además incluye hospedarte ahí incluye entradas a cenotes.
La bonita armonía hippie, sí, sin ánimo de menospreciarlo, todo lo contrario, es un hotel a la medida de mi gusto y del de cientos de personas que queremos alejarnos de las corporaciones y de los hoteles de marca que son enemigos del medio ambiente.
Recomendable y amigable, hospedarse ahí es ayudar a la humanidad.

Hablaré desde mi punto muy personal, no debes estar de acuerdo conmigo. Por afuera el hotel me pareció súper rascuacho, de esos que ni por equivocación entraría, pero pues andaba corta de presupuesto y por no dejar, me asomé y me impresionó, es una jungla por dentro. Es como estar en medio de la naturaleza, soy medio hippie de corazón, así que me gustó ese detalle de estar entre fuentecillas y ramas.
Al conocer las habitaciones, la verdad es que cumplen súper con la función de techo a gusto para descansar, y lo que me hizo verlo más bonito, el precio. Ya que hice check in, me tuvieron que cambiar de habitación porque el mosquitero estaba roto, así que dale una checadita a tu habitación que todo esté en orden. No es un hotel de lujo, hay algunas habitaciones sin mucha ventilación así que ponte trucha para elegir la que más te convenza. No tienen elevador, así que pide un cuarto abajo o no te traigas hasta la jaula del perico o tráete un asistente que te suba las maletas o échate un tirito con la maleta mientras tratas de subirla.
Te incluye desayuno, que si bien no es la gran cosa, hace paro y calma la tripa.
Es muy seguro, a pesar de ser tan barato y sin mucho lujo. Está súper bien ubicado y ¡ojo! no facturan, así que aguas, para que no termines pagando tú el viaje de negocios (en dado caso).