Muguet

Buena terracita tranquila y buen servicio. El chico es muy atento, educado y a destacar tienen precios aceptables. El capuchino me gusta mucho y lo mejor el chocolate.

Para mí es un deleite, si el tiempo me lo permite, buscar un buen lugar para rematar mi hora de comida con un buen postre, resulta que en Muguet los tienen.
A pesar de que los costos son un poco altos, el ambiente, combinado con el sabor hacen que te olvides de ese detalle.
La oferta de panes y pasteles, simplemente es, buenísima, cualquier opción dará una gran a tu paladar, más aún, si eres te consideras fan de este tipo de postres.
Quizás el café no sea el ‘top’ que esperas, pero seguro si pides un capuccino con un pastel de queso con zarzamora, quedarás muy satisfecho.
Muy recomendable.

No es barato, pero puedes estar completamente seguro de que vale cada centavo que gastes. Especializada en la repostería, los bizcochos y pasteles de Muguet no son sólo un agasajo para el gusto, pues son tan estéticos que deleitan la pupila.
En lo personal adoro el muguet, bautizado bajo el nombre del negocio, que es una pequeña rueda compuesta por discos de merengue rígido y crujiente, con fresa, y asediado por crema chantilly, cubierta con trozo de merengue, o su antípoda selva negra, un suave bizcocho de chocolate espolvoreado con mousse de chocolate blanco y cuatro cerezas adornando su superficie. ¡Simplemente delicioso!

Con una zona llena de cafeterías en todos los puntos cardinales, es realmente excepcional que una pastelería y cafetería resalte por sobre todas ellas. Este es el caso de Muguet, un negocio familiar que comenzó dándole servicio a restaurantes cercanos y que, gracias a su calidad, comenzó a ganar muchos adeptos hasta que abrieron su primera tienda en la calle de Newton.
Aquí podrás disfrutar de café recién molido y preparado, pero principalmente, de uno de los mejores panes dulces que he probado: conchas, chocolatines, orejas, pasteles, galletas, panqués… todas las variedades de estas dulces creaciones son simplemente maravillosas y lo mejor de todo, es poderlas disfrutar en su terraza cualquier día de la semana, y preferiblemente por la mañana.
Recomiendo el Mont Blanc (mitad bizcocho de chocolate y mitad mousse de chocolate blanco, rodeado de una pared maciza de chocolate), el pastel tres leches y el mousse de mango (delgada capa de bizcocho de vainilla con mousse de mango, rodeada de espirales con salsa de chabacano) o la tarta de pera y almendra. Pero, si eres fan del chocolatín como yo, llévate 3 o 4 son los mejores.
Después de todo esto, seguro pedirás más para llevar.
No hay estacionamiento. Aceptan tarjetas de crédito.