El café Sheik lleva la tradición bohemia muy parecida al Café la Habana, ya que mantiene ese ambiente tipo oasis en medio del bullicio caótico del Centro Histórico. El lugar está lo suficientemente retirado de las manifestaciones y del tráfico en general. El aislamiento lo confirma toda su barra y su serie de cafés. Hay todos los cafés que te puedas imaginar, bebidas calientes, bebidas frías, para acompañar, el ya obligatorio café en grano, además de las especialidades de la casa. Pararse acá siempre es un buen pretexto, ya que hay mesitas muy bien distribuidas, incluso algunas se asoman del lado de la calle por si eres fumador puedas disfrutar de un delicioso y entrañable café. El clima tampoco es pretexto, ya que si hace calor o mucho frío, siempre habrá cafés para la ocasión. El ambiente bohemio se respira con tranquilidad. Otra especialidad del Sheik son sus pasteles, ya sean individuales o para llevar. También hay galletas. Depende del momento y de tú elección.
Syl C.
Tu valoración: 3 Mexico City, México
«Si café turco quieres tomar… éste es el lugar», en este café predominan las bebidas. Pues la carta se divide en bebidas frías, calientes, especiales y biscotería. No es un sitio de antaño del centro Histórico. Es un expendio de café que demandamos para que nos pusieran mesas y poder tomar un excelente café turco. Aquí los comensales pueden encontrar churros desde 5 pesos hasta un kilo de café de grano que ronda los 140 pesos, entre las mezclas que recuerdo tienen la americana, la de la casa y cubana. Éste es el verdadero éxito de este establecimiento café recién molido y horneado a precios muy convenientes que nos invitan a saborear un café por su calidad.
Carmen T.
Tu valoración: 5 Roma Sur, México
El mejor café en el rumbo, siempre que he estado por la Alameda he podido caminar hasta este lugar para disfrutar dulces árabes y café turco. Es un sitio que me gusta por los diferentes niveles de sillas y mesas que tiene. hay periqueras y sillas normales. Me gustan sus enormes ventanas que te permiten sentarte a contemplar el ritmo de la calle, temprano, tarde y noche. Es ridículo pensar en las grandes cadenas de café donde todos están con sus laptops y celulares gozando la wifi, no lo entiendo y prefiero un sitio sin wifi para disfrutar un café, la vida es muy corta para desperdiciarla en malos cafés.