Village Café

I love the molletes here, with a delicious spicy sauce. The fact that they are located in front of a beautiful park makes the difference!

Esta cafetería cuenta con un espacio muy bonito e íntimo, ya sea que te quieras sentar en las mesas o en alguno de los «sillonsitos». Yo prefiero sentarme, ya sea en las mesas de afuera, o en las de adentro pero que estén junto a la ventana, para así tener vista al parque hundido y la gente que pasa con sus mascotas.
Este lugar nos sirvió a mi jefa y a mí varias veces para juntas del trabajo. Aquí puedes sacar tu laptop y chambear a gusto en lo que disfrutas de un buen café… aunque si esperas a más de una persona, esto ya no se vuelve tan cómodo porque las mesas son muy pequeñas.
Mi favorito aquí es el capuchino y mokachino y las chapatas son muy buenas… pruébenlas, están deliciosas. En especial la de pavo y la de salmón. Aunque sí se me hace muy cara esta cafetería, vale la pena ir y probar sus productos. A parte la atención es muy buena, el espacio es muy bonito y tienen servicio a domicilio.

Este pequeño café es excelente para todos a quellos cansados de la monotoneidad del starbucks. Aquí, más que disfrutar el café (el cual es bastante bueno), uno goza de un gran espacio para platicar, leer o, inclusive, trabajar si es necesario. Con una vista que abre hacia el parque hundido, este lugar cuenta con una gran variedad de postres y tés.
Fue el primer lugar al cual llevé a mi novia, lo cual me ayudó a intimar más debido a su comodidad y quietud pues está alejado de cualquier fuente de ruido y bullicio con el que otras cafeterías cuentan.
Además, creo que de lo mejor que tiene este lugar es la posibilidad de ir a caminar, ya sea la parque o en la colonia que está a sus espaldas, una vez uno haya abandonado el lugar.

Aunque abre todo el día, el Village de Porfirio Díaz es uno de esos sitios que sobre todo se disfruta una mañana azulada en su terraza, pues está justo frente al hermoso Parque Hundido. Nunca entonces más preciso aquel eslogan que usaba esta cafetería originaria de la Condesa para decir que habría sido el lugar al que Van Gogh hubiese gustado frecuentar.
Efectivamente, la imagen de este café es un autorretrato de Van Gogh y se recuerda al impresionista en diferentes cuadros que forman parte de la decoración. También se hace un homenaje a los Beatles. Los dueños están al pendiente de la atención y hay buenos paquetes para desayunar (90 pesos en promedio), con molletes, enchiladas o huevos al gusto.
Para el refrigerio al medio día se recomienda un bagel con queso crema y café, mientras se lee alguna de las revistas o libros que ahí mismo se prestan. No encontrarás aquí una propuesta para comer en forma, pero siempre habrá algo que te saque del apuro, como una ensalada. También hay pastelitos. Bonito lugar.

Este pequeño lugar frente al Parque Hundido, se va a convertir en el favorito para un rico desayuno el domingo en familia o bien, una tarde tranquila entre amigas o en pareja, a mi me parece perfecto en la época de calor las mesitas de fuera y en la época de lluvia, ver desde adentro llover y oler la tierra mojada del parque.
A mi me encanta su selección de té, en lo personal no me gusta el pastel de zanahoria, pero por lo que veo es la estrella del lugar.
Más que la comida es el lugar tan a gusto, para pasar un ratote leyendo con un rico café americano con crema o una delicosa charla, comiendo cheesecake.
La atención al cliente es muy buena.