Túnel de la Ciencia

It’s a very nice stretch of the metro, when you are transferring you pass this installation that is science related. It for a couple of seconds distracts you from the chaos that is the people that are constantly walking fast, trying to get from point A to point B, and allows you to get immersed in it as you slowly walk into this cool dark area with things glowing in the dark. I don’t know how effective it is in its purpose, but I really enjoy it.

En este túnel, hice mis primeros recorridos por el metro, sin la compañía de un adulto. Este canal que conecta la estación La Raza de la línea amarilla y de la línea verde, fue inaugurado el 30 de noviembre de 1988 y, desde entonces, la gente que lo transita pueden observar paneles electrónicos, fotográficos y de ambientación, que presentan diversos temas, científicos y tecnológicos, donde el usuario no necesariamente requiere detenerse, lo que es ideal, pues creo que el 90% de la gente ni se fija por que anda en friega. Donde creo que sí amerita pasar un poco más de tiempo es en la Bóveda Celeste, no sólo porque puedes contemplar las constelaciones de la banda zodiacal, sino porque tiene, para hacer más atractivo el paseo, unos efectos de néón y de esas iluminaciones que hacen que las superficies blancas reflejen una gran cantidad de luz violeta. Algo que también recuerdo mucho son los fractales, pero, sinceramente, no sé si se sigan exponiendo.

El Túnel de la Ciencia en la estación La Raza fue un sitio obligado en la secundaria, la primera vez que fui me gusto mucho sobre todo la bóveda, en esos días te peían buscar cosas básicas, flora y fauna, y aquí encontrabas la imagen y la información muy concreta sobre las características. Ya en mis tiempos de CCH fue un lugar común que recorres con prisa sin prestar mayor atención a las exposiciones, ya tiempo después lo recorres con calma y te llamaba la atención algo que hay podía haber estado por mucho tiempo, como las imágenes que tenían del desarrollo de los bebes. Le faltaba mantenimiento y cuidado, ahora ya ha habido remodelación y le están dando mantenimiento, ya cambiaron todas las antiguas imágenes y pese al esfuerzo ahora no me gusta mucho, sin embargo reconozco el esfuerzo por querer prolongar la vida de este lugar.

Estamos de acuerdo que hay varias cosas bastante desagradables en el metro de nuestra hermosa ciudad, desde vendedores ambulantes hasta los famosos transbordes eternos entre línea y línea; este es el caso del metro La Raza.
Afortunadamente alguien tuvo la brillante idea de convertir este suplicio en algo educativo, útil y hasta puedo decir que divertido: el túnel de la ciencia.
Ete túnel tiene diversas exposiciones que cambian constantemente sobre temas relacionados con la ciencia, la naturaleza y el medio ambiente; pero mi parte favorita siempre será el túnel de luz negra que se convierte en el cielo nocturno a sólo unos metros bajo tierra.

Es mi parte favorita de todo el sistema metro de la ciudad. Es un paseo bastante entretenido y la parte oscura donde hay luz negra para apreciar la bóveda celeste te pone en un estado mental mágico.
Cuando voy a la central del norte o estoy regresando, pasar por aquí arrastrando mi maleta es de las cosas que más disfruto.
Cambian las exposiciones de ciencias con suficiente regularidad así que cuando llegas a pasar por ahí siempre te resulta novedoso.

Es una lástima que con el estrés y ceguera citadina, estos lugares que pretenden ser CULTURA –que mucho nos hace falta, a raíz de leer poco– sean sólo un espectáculo que no tuviera importancia.
Soy fan de los recintos que me enseñan en mi andar lo que en libros me da flojera investigar.
Iniciativas de este tamaño siempre pasan desapercibidas por una preferencia a mirar un celular o administrar erróneamente nuestro camino y al ir de prisa, no logramos disfrutar todo lo que nuestros ojos nos regalan cada uno de los rincones de esta Ciudad.
No necesitamos ser élite social para estar informados.
Mi amigo Agustín A., se encargó de escribir el resto de la historia.

Este es un espacio que se encuentra en el corredor que une la línea amarilla del metro (Pantitlán — Politécnico) con la línea verde (Universidad — Indios verdes), en él se pueden apreciar fotografías que explican de manera fácil de entender y con descripciones muy cortas, asuntos relacionados con la ciencia, sobre todo con lo que respecta al medio ambiente y el impacto de la humanidad sobre el mismo.
A la mitad del recorrido se encuentra una representación de la bóveda celeste que muestra las constelaciones del zodiaco, dando a los visitantes un ligero acercamiento con la astronomía.
Las explicaciones que tienen las fotografías son muy cortas y fáciles de leer incluso si vás caminando. Es sin duda un gran intento por acercar a la población a que se interesen por temas científicos, a despertar la curiosidad de los usuarios y crear conciencia sobre la marca que dejamos sobre el planeta.