Teatro de la Ciudad de México

Recientemente fui a ver el espectáculo La Verita a este maravilloso teatro. Me pareció una construcción bastante bella, ha tratado de ser preservado y celosamente cuidado, butacas bastante cómodas, lugar limpio y excelente acústica.
No son 5 estrellas, ya que la logística del personal me pareció algo lenta, demore cerca de 10min desde mi arribo hasta que finalmente y ya empezada la función me llevaron a mi lugar. El palco estaba bastante bien cuidado y limpio, en eso no tiene objeción.
No venden alimentos en el interior como en otros lugares, pero a lado se tiene una tienda de autoservicio y puedes fácilmente acceder a ella y continuar disfrutando el espectáculo.
Sería recomendable que pusieren atención con el personal ya que dos personas me mandaron por lugar diferente hasta que la tercera me ha escoltado hasta mi asiento.
Ir con pareja, amigos o familia es excelente.

He estado en primera fila y en el segundo piso y siempre me emociona estar ahí. Recién disfruté de Seuls. Me encantó

Fuimos a ver la Obra Seuls de Wajdi Mouawad, esta recomendable, lo único que cambiaría es que no fuera hablada en frances, ponen una pantalla traduciendo lo q dice y eso le quita mucho la trama.

Entre el edificio de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y las librerías de viejo en Donceles, se encuentra el orgulloso Teatro de la Ciudad de México.
El inmueble abrió sus puertas en 1918, gracias al trabajo de Ignacio Capetillo Servín y Federico Mariscal, y se le dio el nombre de una de las grandes estrellas de la época: Esperanza Iris, conocida como la «Reina de la Opereta».
El estilo del edificio estaba ampliamente influenciado por las grandes casas de ópera de Europa por lo que destaca el estilo neoclásico del mismo, por lo que las columnas de mármol, esculturas de cantera y los increíbles trabajos de herrería estaban presentes en todo el lugar hasta que un incendio en 1984 destruyó gran parte del lugar.
Por ello, en 1999 comenzaron las restauraciones para darle el antiguo esplendor que gozaba, y gracias a las cuales, el edificio aún recibe a grandes artistas. El Teatro de la Ciudad es considerado Patrimonio de la Humanidad y cuenta con un espacio para mil 344 espectadores.

Muchas veces había pasado por este teatro, pero nunca había tenido la oportunidad de entrar. Hasta que fui a un concierto de Blonde Redhead. Además de que el concierto estuvo buenísimo, poder ver el interior de este edificio fue sorprendente. En lo que empieza el evento, puedes tomar algo y, si estás en la parte superior, hay unos pequeños balcones. Esa vez hasta me sentí mal de entrar a un lugar tan elegante usando tenis.
De influencia neoclásica, también se le conoce con el nombre de la actriz mexicana, Esperanza Iris. Está próximo a cumplir un centenario de existencia y hace poco lo renovaron para que luzca en su esplendor.
Además, me gusta que ahora sea más incluyente en cuanto a los eventos que realizan, desde conciertos de rock o reggae hasta pláticas de monjes budistas, pasando por obras de teatro más experimentales.

Sin duda alguna este es uno de mis teatros favoritos. Tiene una arquitectura sumamente hermosa. He podido asistir a diversos tipos de eventos y me encanta que la visibilidad no se pierde en ningún punto.
Lo mismo pasa con la acústica ya que se escucha muy bien en todas las localidades del teatro y no se oye saturado o con rebotes. Es un lugar muy versátil, ya que se utiliza para obras de teatro, algunas funciones de cine, conferencias, conciertos de distintos géneros musicales, en lo personal he podido escuchar rock, un ensamble de diversos ritmos caribeños, obras de teatro y conferencias; sea lo que sea siemore me dan ganas de volver.
Es un lugar que me parece todo chilango debería conocer y una parada obligada a los turistas, me parece un lugar mágico que encanta aunque se vea sin evento alguno, su construcción, sus interiores y decorado atrapan a cualquiera.

Hace como 14 años visité este teatro por primera vez, fui a ver a Alejandra Guzmán, hizo tres fechas y me impresionó al principio porque el lugar es muy pequeño y las butacas están hacia arriba, ya que es un Teatro que Arquitectóncamente simula al antiguo teatro español que se hacía en las calles y la gente desde los balcones de sus edificios veían los espectáculos.
Ya a últimas fechas he ido a ver a Regina Orozco y Susana Zabaleta. Lo que sucede con este lugar es como viajar en el tiempo, y entrar a un teatro muy antiguo, por lo mismo que no es un espacio para muchos espectadores, la verdad es que donde te sientes ves perfectamente, tiene buena acústica y me parece que sí es importante conocerlo y visitarlo por lo menos una vez en la vida.
Si te da vértigo o las alturas no son lo tuyo, ni se te ocurra pedir en el último piso ya que si está muy alto y como estás en un balcón, la sensación no está tan padre…
Fue remodelado en 1999 y caben aproximadamente 1,350 personas.

La primera vez que entré a este teatro fue para ver a regina orozco junto con astrid hadad. La fachada del lugar no da pistas de la amplitud del sitio al interior. Es un gran espacio para las artes escénicas.
He tenido la oportunidad de asistir posteriormente a conciertos y otras presentaciones. El teatro se conserva en muy buen estado aunque podrían mejorar aún las instalaciones y los servicios.
El Blanquita es un teatro muy de pueblo el de la ciudad mezcla esto con otras manifestaciones que le tiras a Bellas Artes, es una cualidad interesante del teatro. Es el único del centro de la ciudad.