Tamales Emporio San Rafael

The atole was awesome, and the tamales were always perfect. There is an extensive menu as well, and we enjoyed everything we tried. Eat in the restaurant or get it to go!

Con eso que se acerca el día de la Candelaria, este lugar está perfecto para que vayas a surtirte y así pagar los 59 «niños dios» que te «ganaste» desde el 4 hasta el 6 de enero, JIJIJI… y me refiero a los Tamales Emporio, una tienda que cuenta con dos sucursales: San Rafael y La Roma, sin embargo, yo me referiré a la que está a espaldas de la estación del metro San Cosme, y es que desde que entras percibes un «calorcito» como de pueblito, como si te transportaras a la zona centro de cualquier capital de nuestro México, sí, la decoración del lugar es tan «deliciosamente» diseñada que tiene ese efecto.
Y ya ni hablar de la DELICIA y VARIEDAD (onda «surtido rico» como las galletas, ¿se acuerdan?) de TAMALES que venden en Emporio:
Visiten su página, porque ahí viene un ¡recetario por estado! de cómo se prepara este riquísimo y característico platillo mexicano: el tamal.
Y para acompañar (y no dar brincos para pasárselo) ¿qué tal un atolito de pepita, o de guayaba, o de arroz? También en esto Tamales Emporio se «pinta solo» porque prepara atoles de muchos y variados sabores.
Antes de que se «terminen» lánzate a comprar unos «tamales, tamales calientitos» a la calle Manuel Ma. Contreras 18-​A en la Col. San Rafael.

Ahora que está muy cerca el día de la Candelaria, todos se vuelven locos por comprar tamales, pero desafortunadamente no todos los puestitos de la esquina son confiables, así que para hacer tus pedidos y encontrar sabores extravagantes y con la mejor sazón, visita Emporio, la tamalería que desde 1960, se distingue por la excelencia de su creación.
Hay tamales de chicharrón, de rajas con queso y los típicos verdes y de mole, pero si los prefieres dulces, el de nutella es el mejor y el de queso zarzamora no se queda atrás, los de hoja de plátano son de Huitlacoche, de Verdolagas y de otras combinaciones raras pero exquisitas, oriundos de Oaxaca, Puebla, Veracruz o Yucatán y un atole de nuez, de coco o de licor de café para acompañar.
La cede es encantadora y con mucho color, las sillas son de madera y paja y los adornos muy mexicanos, estar ahí es como estar en un pueblito, su decoración es tan fascinante que no querrás salir de este lugar, la atención por supuesto no podía fallar, es cálida y amable y los colaboradores, hacen tu estancia placentera y agradable.