Aquí vengo cada vez que puedo a darle a mis pies y manos un poco de consentimiento. No soy la típica cliente de salón de belleza(secuelas de niña pseudo hippie), pero desde que descubrí este lugar para manicure y pedicure me gustó mucho y me dan ganas de ir más seguido. Las chicas son buenísimas para dejarte manos y pies como nuevos, incluyendo un exfoliante y crema con un breve masaje(ah, qué rico). Tienen un montón de colores muy padres para escoger. También he visto que hacen uñas de gel y otras técnicas que no conozco, además de alaciado, cortes y peinados. Lo que sí he probado ahí también es la depilación de cejas, lo cual hacen muy bien. A pesar de que no voy tan seguido, se acuerdan de mí cuando regreso, eso me cae bien. Para mí, es un muy buen servicio a un precio super razonable, lo que permite regalarse estos momentos sin tener que dejar media quincena en el salón. El lugar es pequeñito pero se las arreglan para acomodarte, eso sí, mejor haz cita antes de ir.