En la esquina de las calles Esperanza y Río Blanco(en la Col. Industrial) hay un restaurante que lleva el mismo nombre, el cual –además de muy familiar– es de los más típicos y conocidos no sólo por los vecinos, sino por los que, por tradición, seguimos yendo a comer ahí. Conservan ese toque de preparar comida casera, que al entrar hace que te sientas en casa, recuerdo que cuando era niña –regularmente un domingo al mes– iba con mi familia, esas tardes eran muy divertidas, y más porque iban mis primos. Entre semana no sé cómo sea el servicio y atención, lo que sí puedo decirles es que hoy en día, los domingos conservan un plus que desde hace años han tenido: un grupo musical toca y canta en vivo, para amenizar el ambiente. Lo que ya no ofrecen –detalle que no me gusta– es el tiempo para hacer la sobremesa, platicar con los acompañantes que vas resulta difícil, y es que pareciera que vigilan tus movimientos, y así en cuanto se percatan de que ya terminaste, enseguida llega el mesero y el garrotero a levantar todo. La calidad de la comida es rica, y los precios no son muy baratos(en promedio 150 pesos por persona), por lo que les recomiendo que vayan así, ENFAMILIA(sin Chabelo, ¿eh? Jijiji).