Hace unos días fui a dar una plática junto con mi maestro de la especialidad y me invitó a tomar café en la Pastelería Alcazar, yo me tomé un sabroso café capuchino y un rico sándwich de pavo, Gustavo mi maestro pidió una chapata de tres quesos y un rico té helado, pudimos conversar sobre diferentes tópicos en este ambiente un poco bohemio, tranquilo y apartadito. Después de un rato de estructurar nuestros planes de trabajo decidimos probar un rico cuerno relleno de higo, te lo recomiendo parece ser que es la especialidad. Por cierto que nos sentamos en la terraza y disfrutamos del día a pesar de que hacía frío, el café y el cuernito me dieron calor y energía. Cuando decidimos pagar Gustavo me invitó y decidimos entrar a pagar la cuenta, nos encantó el estilo del lugar y el olor del pan recién horneado así como las ricas pastas que estaban exhibidas en la vitrina y la cantidad de tazas que te ofrecen para que compres un regalo. Los precios son accesibles y el lugar es cómodo y tranquilo