Paraíso Social

El lugar es muy pequeño pero es el punto, la repostera dueña de el local esta haciendo postres nuevos todo el tiempo, buenísimos. Recomendado

Una amiga me había recomendado muchísimo este lugar, así que igual tenía muy altas expectativas.
Llegue un sábado a desayunar, solo había 2 mesitas de metal, una de ellas estaba ocupada, nos sentamos y esperamos ser atendidos. Al ver que no tuvimos éxito decidimos acercarnos a la barra (donde tmb hay banquitos para sentarte).
Pedimos 2 sándwiches (pan brioche y otro con pan de queso), un brownie y una tarta con almendra fileteada.
Al final decidimos pedir para llevar, ya que llego una amiga y no tenía donde sentarse. El sándwich no era nada extraordinario (ambos), los postres están buenísimos.
Lo que nos pareció de muy mal gusto fue llegar y que nadie nos atendiera, aun cuando la chef estaba a un lado de nosotros!
Pareciera que aveces se olvida que la atención es parte de la calidad del lugar.