Entrar aquí es recordar mi infancia, en los tiempos cuando mi papá me llevaba a comprar pan a la esquina de la cuadra en una panificadora de la Escandón. El aroma trae recuerdos dulces y gratos, de pan dulce y bolillo calientito para la hora de la merienda. Los anaqueles son monumentos al ingenio del panadero mexicano, repletos de rico pan como el de antes. La vista atrae y el olor invita, y el sabor deleita y enamora. No te puedes perder de esta panificadora en la calle de Monterrey casi esquina con Coahuila. Esta es una de esas panaderías de barrio de las cuales quedan pocas, pero que siguen conservando la tradición de nuestro lindo México. Entre tantas panaderías artesanales que han abierto en la Roma, todas con enfoque europeo aunque vendan una que otra concha, esta panificadora atrás del Mercado de Medellín se ha mantenido con su buen pan y sabor mexicano; el pan del pueblo. Aquí encontrarás uno de los mejores bolillos de la ciudad, las donas de azúcar más ricas que he probado, y muy buen pan sin tanto alarde. Hay que tener en cuenta a esta humilde panadería como de las mejores de la Roma cuando hablemos del buen pan de esta colonia. Sigamos apoyando lo Mexicano, y de paso deleita a los sentidos con una visita a la Panificadora Monterrey.