Palikari

Se les perdió el repartidor y espere más de una hora hasta que yo les marque me avisaron… –_–
Después volví a llamar y que no llegaban a donde yo vivo Haha entonces el repartidor nunca se
Perdió

Los que trabajamos por ahí lo sabemos: a veces resulta difícil comer bien y barato en los alrededores del WTC. Pues bien, Palikari es una de las mejores opciones para evitar la hamburguesa industrial, el taco indigesto o la enésima comida corrida.
Se trata de un changarrito que sirve platillos griegos (con cierto giro chilangolibanés); un lugar pequeño y muy bien atendido. Su cocina no es espectacular, pero tampoco melindrosa: no se asustan con los sabores fuertes. El tzatziki realmente sabe a ajo, el jocoque brilla con toda su acidez, las papas están bien impregnadas de color y aroma. Además todo lo hacen al momento, desde la carne de los gyros hasta la limonada. Comida para los que gustan de comer, pues, y a precios más que razonables.

Venir a este lugar se convirtió en toda una experiencia. Pero vamos por partes:
Dicen que «al ojo del amo engorda el caballo». Esto es totalmente cierto. Venir a un lugar y tener el gusto de ser atendido personalmente por la dueña es increíble. Angélica se asegura de que estés bien. Se asegura de que todo haya salido como debe ser. Es amable y te hace sentir como en casa. Por si fuera poco, te explica detalladamente en qué consiste cada platillo, si es que no sabes qué ordenar. Esto no tiene precio, especialmente cuando los platillos griegos son nuevos para ti.
Tuve el gusto de probar los Gyros de carne con vegetales. La carne llena de sabor. Los vegetales frescos y perfectamente preparados. Esto lo acompañan con un arroz a la hierbabuena que no tiene perdón. Suavecito. Esponjoso. Justo como tu abuela decía que debe quedar!
Por si fuera poco, te sirven ensalada con un aderezo fresco y cremoso y una papas… que merecen una reseña aparte. Finamente cortadas en rodajas, crujientes y sazonadas con orégano y pimienta. No vas a tener llenadera con estas papas!
De postre, probé un hojaldre de pistache… con un toque de mantequilla que Santo Dios… cuando te lo termines vas a necesitar un cigarrito, para disminuir el efecto «ojo-​vidrioso».
Cuando uno prueba alimentos de este sabor y que denotan esmero en su preparación, lo primero que uno se pregunta es «cuánto cuesta?» Ese definitivamente no va a ser un problema aquí. Los precios son bastante accesibles! En promedio la cuenta por persona será de unos 80 o 100 pesos… incluso menos!
El lugar es pequeño pero acogedor. Las mesitas que ponen afuera te permiten disfrutar de un bonito día y ver a la gente… cosa que siempre es agradable. ¿Se me olvidó mencionar que está a unos pasos del WTC? Ubicación inmejorable! Abren también Sábados y Domingos, por lo que es una idea genial venir al cine del WTC y después a comer algo rico aquí, mientras discutes la peli.
Buen provecho!

Un gran lugar para comer griego sin desfalcar tu bolsillo. Esta «fondita» griega atendida cuidadosa y cariñosamente por Angélica es el lugar perfecto para aplacar tu antojo de tzatziki, de gyros o de postre. Platillos sencillos pero no por eso menos deliciosos.
El lugar es tan pequeño que mi recomendación (y prácticamente debe de ser así) es comer en las mesitas colocadas en la banqueta. La calle es tranquila en fin de semana y entre semana pasa mucho godín que trabaja por ahí (está a una cuadra del WTC). Los precios son super amigables –como ya dije– y si está Angélica, aviéntate a platicar con ella, es super amable.
No hay lugar para estacionarse, si vas en bici la amarras en el árbol, es bueno para niños si no tienes que estarlos vigilando que se bajen la banqueta, si no quieres que te de el sol en la tarde, siéntate pegado a la esquina de la calle, ahí te tapará el toldo.

No se con seguridad cuantos restoranes de comida griega hay en la ciudad pero sin duda este modesto y pequeño lugar es uno de los grandes secretos que guarda la colonia del Valle.
Comida Griega rápida para disfrutar sin prisa, es como ellos se anuncian en sus volantes, con productos 100% naturales y de la más alta calidad, con más de 10 años de antigüedad. Palikari, no te fallará, la comida es riquísima.
El Gyro de carne de res es maravilloso al igual que el Tsatsiki acompañado de chips de pan pita, en su punto.
El lugar cuenta con menús entre semana y varias promociones que van lanzando, como los martes de Cretas — en la compra de 2 platos Griegos Especiales se te obsequian 2 refrescos (Pepsi)
Los precios pronto subirán pues la carne ha incrementado hasta un 30% su precio.
Tienen reparto a domicilio y aceptan todas las tarjetas de crédito así como vales de restorán.
No te puedes perder la oportunidad de conocer el lugar así como el inigualable sabor de sus alimentos y si de paso platicas con Angelica (la propietaria) te podrás dar cuenta que es muy amable, servicial y súper linda. Increíble persona!

Un rincón griego de increíble sabor a una cuadra de insurgentes y a tres cuadras del metrobús poliforum. Hay menús del día que son de lo más fresco. Mantiene un balance genial entre verduras y carne en cada platillo así que vas a tener una comida balanceada cuando vengas aquí.
Son precios baratos sobre todo si pides los platillos del día. Los postres son una tentación irresistible así que bajo tu riesgo porque son tan pequeños que se te va a hacer fácil comerte otro.

Aunque no es el lugar más cómodo, este modesto rincón de la Colonia del Valle ofrece excelentes platillos de comida griega elaborados con mucha dedicación. La mayor parte del tiempo es atendido por un par de personas que van de un lado a otro para sortear las órdenes de los comensales, y aunque pueden tardar un poco en servirte, la comida es muy buena.
Recomendaciones: ir con tiempo, pedir entradas al centro (puré de berenjena, empanadas de queso) y como principal, plato griego. Un taco pita de carne ovina, bañado con jocoque, acompañado de arroz, ensalada y papás condimentadas. Como postre –cuando hay– pide el equivalente a un dedo de novia o belewe, si eres entusiasta de lo dulce, seguro te gustará.
Es importante decir que los domingos, este lugar te descontará en 10% de la cuenta si llegas en bicicleta.

Sí, hay bastantes lugares de comida griega en la ciudad. Vaya, es la ciudad. Uno de tantos, es el Palikari, que algunos suelen referirse a él como fonda, aunque no llene del todo los lineamientos que debería seguir una fonda. Algo puede ser pequeño y acogedor pero no necesariamente las dos cosas al mismo tiempo. El Palikari ofrece hasta cinco mesas humildes en su exterior; ¡Se puede fumar!, y una barra en su interior, para el deleite que pueden sufrir los ojos al mirar el espectáculo que manejan sólo tres personas; dos de ellas, unas viejitas hermosas, procuran atender y evitar la desesperación que puede ocupar nuestras cabezas en lo que se preparan los alimentos.
Las cosas que más se disfrutan, gozan de un tiempo de espera. A la juventud le gusta mucho encantar sus bocas con vino o cerveza y éste, es un lugar para disfrutar ese gusto copioso mientras el calor de la comida comienza a perfumar el ambiente. No hace falta recomendar un platillo en especial, vaya, el asunto es probar de todo, ¿no? Mente abierta, comida riquísima, lugar modesto y al mismo tiempo, lindísimo.

Definitivamente Palikari fue uno de mis grandes descubrimientos cuando caminaba por las calles de la colonia Del Valle. Se trata de un lugar pequeño, que brinda a los comensales un acercamiento a la gastronomía griega, a precios accesibles y bajo un concepto de comida rápida.
En este restaurante se pueden degustar entradas, platillos especiales como el timbal, que es una berenjena asada al vino tinto, con queso de cabra y jitomate; la spanakopita, una empanada de tres quesos y espinaca, entre otras delicias.
Si visitan este restaurante les recomiendo pedir un plato griego, preparado con un gyro (taco de pan de pita), arroz griego, ensalada y papas fritas.
Uno de sus atractivos también son las promociones de la semana, entre ellas, la del 10% de descuento en tu consumo si el domingo llegas al restaurante en bicicleta.
Si vas al Palikari tampoco te olvides de buscar y llevarte el volante promocional del restaurante, por que si lo muestras en tu siguiente visita te obsequian un postre, que puede ser un delicioso nido de nuez o pistache.