Lo primero que vas a recomendar es la atención y el servicio. La tropa de meseros tienen muy clara su actitud de servicio y seguro cuentan con algún entrenamiento porque tienen similares gestos corporales y se adelantan a todas tus necesidades. Contrario a lo que me sugería el nombre y la fachada, no es un concepto español taurino sino brasileño. Las típicas espadas, que están para morirse de un atracón de carne: arrachera, filete de cerdo con parmesano, filete mignon, pavo con tocino Alcatra, sirloin y y la ineludible picanha. Esto lo acompañas con lo que te sirvas de la barra de ensalada, fiambres y quesos. Mi gula me decía «sigue más», pero mi estómago sucumbió y perdió la batalla, no tuve más remedio que soltar las pinzas con las que desprendes los trozos que te cortan los meseros y ver con dolor la tarjeta que te dan a manera de semáforo. El verde indica que aún quieres que sigan trayendo las espadas. Resignado, la giré hacia el lado rojo para que se detuviera el flujo de deliciosa carne. Dado que estábamos gostosos e com animo bien brasileiro, pedimos unas caipirinhas de cachaza deliciosas, con sabores a fruta, kiwi, fresa y mango. El alcohol de esta bebida te ayudará a procesar tanta carne. Afortunadamente, unos cuantos minutos de plática me ayudaron a avanzar en la digestión así que cuando dijeron«¿Postres?», el Homero Simpson que vive en mí saltó de gusto y pidió unas crepas de cajeta que vienen acompañadas de helado de vainilla. La verdad no recuerdo los precios porque invitó el jefe, lo que recuerdo es una especie de cruda de carne, sensación muy rara.