“Nail Care Salon”

Nunca he sido entusiasta de las uñas postizas, y mucho menos de esas que miden dos metros y tienen más adornos que un árbol de navidad, pero claro, soy curiosa e impulsiva, tenía que hacerme unas (sencillas y cortas). El local es pequeño y difícil de encontrar pues lo tapa un enorme árbol, por dentro es casi como una estética de 20 metros cuadrados, paredes rosas y muebles blancos, el olor es algo fuerte (por la cantidad de acetona y demás productos que usan) pero está ventilado y tiene muchísima luz.
Las chicas que te atienden se ven coquetas, uniformadas en batitas blancas y con muy buena presentación. Como el proceso es algo lento, tienen una televisión y te puedes convertir en el amor y dueño del control remoto. La vez que fui, apenas llevaba una mano lista cuando recibí una llamada y resultó que tenía que apurarme, la dueña del local escuchó y se puso a trabajar, junto con otra chica en mis uñas, son súper atentas. Como dije, no sé mucho del asunto, pero me pareció que el precio es moderado y que hacen un buen trabajo.