Monte de la República-Casa de Empeño

No puede faltar un negocio de esta índole por acá. Tuve la curiosidad porque es inevitable compararlo con el de otras zonas. No todos podemos aceptar que alguna vez pudiéramos recurrir a estos lugares, por la razón que sea –que básicamente es una: economía-​, pero en todos lados hay.
Es lugar huele a humedad y definitivamente no tienen el mejor aire acondicionado ni el mejor cuidado de los artículos, no sé si porque la desesperación llega a segar, pero hay otros establecimientos que sí cumplen con estas normas porque lo que les interesa es atraerte. Incluso hay unas máquinas que no supe para qué eran. Es un lugar amplio, bastante grande, con cosas raras y una buena publicidad, se me antojó una aspiradora que ando buscando sólo para mis sillones, pero no la cargaré de aquí hasta mi casa… el precio fue conquistador.
Otro día le apostaré a estos ‘lares’, me niego a pagar una aspiradora con multifunciones carísima, si solo quiero apoyarme en ella para lavar lo que el cepillo no le quita al carro –en las esquinitas– y las moronitas de los sillones, no quiero que hable ni saque vapor… la verdad es por lo que curioseo en estos establecimientos y aunque el precio es prometedor, el olor de este lugar me invitó apurarme a llegar al metro.