Medieval Coffee Shop

Despertar el día de hoy (miércoles 7 de enero) fue labor de titanes, soy malo para la meme, además de filósofo nocturno y velador de closet. ¡Madre míà la levantada! Cerca de donde laboro escasean los cafés u oxxos o demás establecimientos que venden aquella sustancia estimulante del cerebro llamada caféína.
Así pues, caminaba cerca del parque Alfonso XIII y ese olor a café de inmediato llamo mi atención, guiado por mi olfato (y por la app de Unilocal) fui a dar a este modesto establecimiento llamado Medieval Coffee Shop, pero no se dejen engañar; de medieval solo tiene la música y la pose darkie del dueño (y la tipografía del menú).
Aunque no soy súper experto en temas de café, se diferenciar algunos sabores y las formas de prepararlos, y en realidad me lleve una grata sorpresa después de pedir y probar un espresso doble pal sueño (dicen los que saben que no sirve para eso, debido a que contiene poca caféína pero mñe).
Además encontré algunas cosas buenas para acompañar como muéganos (artesanales) y algunos panques con frutas secas, además hay paquetes de desayunos y almuerzos. Para los que gustan del tabaco, el lugar renta pipas de agua por si ocupan.
A mi parecer la calidad de los productos es buena y los precios son accesibles, la atención y la orientación en temas de café son buenos; quizá le haría bien una manita de gato para ofrecer mayor comodidad y aprovechar la vista que se tiene al parque. (¿Por qué no algo temático como el Medievo por aquello de la congruencia con el nombre?)
Creo que regresare y cada día probare un café diferente, pus total, es lo único que me queda cerca :-/…

Café para tomar o para llevar, snacks, una buena charla, buen ambiente y además renta de narguile (pipas de agua)… Así es, no es un sueño bizarro, es Medieval Coffee Shop, un concepto de cafetería fuera de lo usual destinado a gente joven y no tan joven, donde el gusto por el tabaco saborizado en estas pipas también llamadas cachimbas es compartido después de un capuccino y así continuar la plática.
Un lugar amplio, justo de frente al parque de Alfonso XIII, donde realmente vale la pena ver el atardecer charlando con los amigos o pareja. La comida es sencilla, pero basta para los precios. El café que utilizan es tanto de Veracruz como de Chiapas, y el irlo a comprar por grano resulta una buena experiencia en la taza matutina del diario. Local que nos enseña que innovar y ser creativos resultan siempre buenos para un negocio.