Terror. Una pesadilla esta librería, pero no porque no tenga los libros que necesitas. Sino porque es un caos con un orden particular y que no es el del visitante. Los dos personajes que atienden este sitio son una protesta al orden de las pulcras librerías famosas y las modernas franquicias para lectores. Creo que estos dos, el joven y Don Paco, el encargado y lleno de canas, son también victimas de la tragedia que supone tener tantos libros, tantos clientes en un local tan pequeño. Pero si tienes una mirada truculenta, indiscreta y de lector, sentirás admiración al mirar un diminuto tapanco con libros de piso a techo. Aquí halle una colección entera de Miguel de Unamuno, revistas únicas y agotadas donde aparecíà la oligarquía mexicana en la boda de un tirano mexicano y hurgando en medio metro cuadrado, hallé unas cartas de Henry Miller a Lawrence Durrell, cuyo ejemplar lucía su ondulada corteza, sobreviviente a un holocausto producto del más cruel error humano: inundación por lluvia. Ya sea lector o espectador, aquí sucede lo mismo que en la gran biblioteca de Alejandría, el libro es el protagonista.