Escondido junto a la popular pastelería Aranzazu, este restaurante ofrece desde el desayuno hasta la cena, platillos no muy sofisticados pero sí bien preparados. Escondido en una plaza interior, la cocina que da al exterior invita a entrar con el olor constante de las crepas constantemente colocadas para cocerse. Los ingredientes son de primera, pero tampoco hay nada de extraordinario, sólo algo aceptable, que se vuelve un simple«OK» cuando llega la cuenta. Otro cantar son los chilaquiles, impecables, que tan difícil se han vuelto de conseguir en esta ciudad que tiene como subtítulo«Milpa Real-Maseca-tortilla que ni sabe a tortilla».
César H.
Tu valoración: 4 México, D.F., México
Excelente Restaurante Café comida internacional y tipo francesa, gran variedad de crepas, aves, pescados, quiches y sandwiches. Deliciosos postres.