Las Polas

Muy buen lugar para comer rico, tranquilo y con un ambiente familiar. Excelente para comida de fin de semana con la familia o amigos.
La sopa de lima es muy recomendable, así como su plato mixto, donde puedes probar distintos guisos al mismo tiempo.
El servicio es bueno, pero a veces no se dan abasto los fines de semana.

Hay pocos lugares en la ciudad de México donde pueda degustarse genuina comida yucateca. Varios de ellos, curiosamente, se encuentran en la colonia Del Valle de la Delegación Benito Juárez. Y uno de ellos es este restaurante especializado que, sin incómodas pretensiones nos ofrece una buena variedad de guisos del Mayab.
Por supuesto, en el menú están los tacos de cochinita, pollo pibil o relleno negro; los papatzules, los infaltables panuchos y las aguas de guanábana y Jamaica. Todo eso, quizá, no sea lo que distinga a este lugar. En cambio, he podido encontrar ahí un plato difícil de superar: los salbutes de cazón, cuya paternidad se pelean por igual los yucatecos y los campechanos. Como sea, no dejes de probarlos. ¡Vas a repetir!

Las tortas son hechas a la plancha en pan francés y contienen ingredientes de la gastronomía maya pero yo te recomiendo sobre todas las demás la de cochinita y la campechana. Si tienes antojo de unos tacos o panuchos puedes pedirlos de ingredientes que difícilmente verás en otro lugar como pulpos, lechón pibil, pescado en tikin. xic, pok-​chuk– cueritos pibil, etc.
También hay comida yucateca tradicional como tamales, papadzules, panuchos y la delciosa sopa de lima.
El local no es nada formal, pero como taquería está bien y muy limpio. Espejos y elementos decoran en las paredes del ladrillo. Pero lo mejor es los precios tan baratos en los que te venden la comida.
Muchas familias crean recetarios con los secretos que se pasan de generación en generación. Las Polas preparan las recetas de la Familia Baqueiro. Se ganaron primer lugar en la categoría Plato Fuerte del concurso Historias y Sabores de México del Bicentenario por el Claustro Sor Juana.

Si de conservar el sabor yucateco se trata, definitivamente el restaurante Las Polas lo sabe hacer. En una esquina muy bien ubicada de la Colonia del Valle, encontrarás el sabor que ha conquistado a más de un paladar y ha complacido a los habitantes de la zona con una gran variedad de platillos típicos de la península. Tamales, papadzules, cochinita (en varias presentaciones), panuchos, tacos o tortas, puerco con frijol y la deliciosa sopa de lima que no puede faltar. Para finalizar, no dejen de pedir el rico pastel de elote que pueden acompañar con crema de coco, en verdad, ¡lo van a disfrutar!
Además de ser un lugar destacado por sus delicias culinarias, es bastante cómodo y tiene un ambiente muy familiar, el servicio es muy bueno y rápido, si el lugar no está a reventar, sino se puede volver un poco lento, nada del otro mundo. Cuenta con Valet Parking, para hacer tu estancia más placentera.

Uno de los mejores lugares para degustar comida yucateca es este pequeño restaurante, ubicado en el corazón de la colonia Del Valle.
Yo tengo familia en Mérida y sé muy bien a qué saben todos los platillos, y puedo asegurar que de esta cocina salen guisos con el mismo sabor de allá. Son pocos los restaurantes que logran el sazón yucateco en toda la extensión de la palabra.
De hecho, sin importar lo que pidas, te aseguro que el sabor te transportará inmediatamente a Mérida, sobre todo si ordenas los tradicionales platillos yucatecos: panuchos, sopa de lima, relleno negro, cochinita pibil y lechón.
Para acompañar, lo mejor es pedir un agua de horchata, la cual tiene pedacitos de almendra flotando.

Como he dicho, me encanta comer cochinita y voy buscando por toda la ciudad la más rica. Aquí podemos encontrar una buena versión de este platillo y no sólo de cochinita, Las Polas tiene todo un menú de comida típica yucateca y lo que he probado es delicioso.
Los típicos guisos yucatectos puedes pedirlos en tacos o panuchos, así pruebas de todo. Tienen relleno negro lo cual no es muy común encontrar, igual que la longaniza de Valladolid (deliciosa y con un sabor ahumado fuerte y rico), cazón, un buen lechón (soy fan) y un platillo que pocos saben preparar: el frijol con puerco, que es más bien un plato fuerte enorme y basto.
Su servicio es impecable, los meseros te atienden muy bien y te explican cada plato a detalle, así que si nunca has probado la comida de esta región ni te agobies, ellos te dan toda la información y si te animas a probarlos no te arrepentirás.
Cuentan con valet parking, aceptan tarjetas, el lugar es amplio y cómodo, en fin de semana tiene un ambiente super familiar. Muy recomendable.