Vine aquí a comer como oficinista y me pareció bastante buena relación calidad precio. Por creo que $ 150 +propina comí una sopita(literal) de tomate y pesto, ¼ de baguette muy rica, una mini ensalada, una tapa dulce y un tinto de verano(como medio litro, no tan recomendable si vas a regresar a trabajar). La sopa me encantó a pesar de que estaba salada. Pedí una baguette Exótica que tenía roast beef, queso gouda, queso brie y un toque de mermelada de guanábana. El pan estaba muy rico y crujiente y se ve que los ingredientes eran de muy buena calidad, estaba rica pero se me hizo que no sabía nada a mermelada. O sea que no era tan exótica. Todo lo demás también rico. El lugar está chiquito, como llegamos temprano no estaba abierto arriba y solo habían poquitas mesas o unos lugares en la barra, ahí comimos. Lo malo es que están arreglando esa calle y hay un buen de ruido y polvo. Pero supongo que va a ser temporal. Tienen un menú enorme de baguettes entonces se me antoja regresar a probar más, también me recomendaron mucho la ensalada para compartir porque se ve enorme. Dicen que reparten a domicilio y creo que vi que hasta reforma.
Francisco A.
Tu valoración: 5 Ciudad de Mexico, México
Un lugar escondido, he pasado varias veces por aquí sin animarme a entrar, pero ha sido una excelente decisión, buenos jamones y excelente queso las baguettes y las ensaladas vienen en paquete, te dan sopa del día, dos chatos de vino y una tapa dulce, excelente atención y todo riquisimo. Lo recomiendo.
Luis D.
Tu valoración: 4 Centro, México
Muy buen sabor, mucha variedad Toda una experiencia Gourmet en el lugar menos esperado
Jimena R.
Tu valoración: 5 Ciudad López Mateos, México
El té helado de la casa es buenísimo, si te gustan los sabores exóticos la baguette surrealista es la indicada!
Jason S.
Tu valoración: 5 México, D.F., Mexico
They have baguettes, but like 30 pages of them on the menu! Here’s why the place deserves 5 stars. 1) location. Two blocks off the Alameda. 2) Great food. The numerous baguettes are delicious, exceptional! 3) The prices are not high. Particularly the wine list has bottles from 140 – 500 pesos. 4) The ambiance. This place is like a little unpretentious bodega of cheeses and euro food. Quality meets blue collar. I loved it.
Sarah M.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
La Vitrina es una excelente opción para los que buscan diversidad de sabores en baguettes. Este lugar cuenta con una amplia carta muy al estilo europeo, ya que además de baguettes, ofrece fondues, tabla de quesos y carnes frías. En la parte de abajo una enorme barra sirve de mesa para los comensales, y arriba de un largo espejo biselado la carta se encuentra escrita con gis. El sabor, característico de estos emparedados, es dado por la mezcla de mermeladas artesanales con diversos quesos, carnes o mariscos. Si te gustan los sabores fuertes, seguro te encantará la de jamón serrano, queso azul, gruyère y mermelada dulce. Sin duda, la que pidas deleitará tu paladar. Para acompañar los alimentos te obsequian un chatito de vino, o existe la posibilidad de ordenar el té frío o alguna cerveza artesanal(también la carta de cervezas artesanales es muy amplia). Los precios están en la media, aunque más tirándole a caros si tienes mucha hambre. El servicio es excelente. No cuenta con estacionamiento.
Carlos A.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
Este es el reino de las baguettes. Es su único platillo o el único que se repite con todas la variantes posibles. Cada baguette incluye una copa de vino gratis, pero también hay cervezas, refrescos y sodas importadas desde cualquier rincón del planeta. Decorado con una nostalgia kitsch de quien nunca vivió en el siglo XIX y con un soundtrack en donde los Fabulosos Cadillacs armonizan con muebles que pretenden parecer del siglo pasado, la verdad es que siempre la paso bien cuando caigo aquí. Se puede comer, se puede platicar y, por alguna razón, se puede uno reír bastante aquí adentro. Resulta que conforme pasan los años, la comida parece sólo una pausa que hacemos en nuestro trajín diario, un inconveniente que imponemos a nuestra prisa como un signo de puntación ahí, en mitad del párrafo mal escrito de nuestros días. Comer y disfrutar son dos verbos que rara vez aparecen juntos, un hecho inaudito, un milagro que sólo sucede, por inexplicables razones, en lugares como éste.