La Vida con Sabor

Este pequeño local en la esquina de Xola con Mitla (en la Narvarte) es verdaderamente un lugar casero. Lo digo por varias razones. Primero, porque tiene la sazón de una casa mexicana promedio, que a veces es rica y a veces no tanto. Segundo, porque no tienen un menú fijo, sino que más bien tienes que llegar, sentarte y preguntar qué hay. Algunos días te dirán: «Pancita y tacos dorados»; otros días te dirán: «Pozole y frijoles rancheros».
De repente no tienen algún ingrediente y salen disparadas a conseguirlo. Otras veces, improvisan con lo que hay. Te digo, es como ir a casa de tu tía y que te ofrezca de cenar.
Los precios son bajos y la atención es buena. Eso sí: de la noche a la mañana se adueñaron de la banqueta con una lona horrenda y eso no se vale. Tache.

Este pequeñísimo local se encuentra donde alguna vez se vendía el pollo más delicioso de la zona, el Pollo Tikul. Heredero responsable, el local ofrece platillos mexicanos ricos y a muy buen precio.
Desde temprano, las mujeres que atienden este negocio preparan todo para cocinar tanto los platillos a la carta como el servicio de fonda, que puedo decir sin exagerar que se encuentra entre los mejores de la zona.
Dentro de los platillos a la carta que se ofrecen, se encuentran los antojitos mexicanos, que aunque tardan en llegar, son de tamaño considerable y de increíble sazón. Los sopes, los tlacoyos y las quesadillas son muy recomendables.
Asimismo, el servicio de fonda es muy exitoso. Quizás se deba a que de vez en cuando preparan platillos excelentes para el frío, como pancita o pozole. Y por si fuera poco, también ofrecen opciones de bar, como alitas o papas preparadas.