La Victoria

Ir y conocerlo por una comida Godín y salir con una propoganda que nos permitió (a mi familia y a mí) cenar delicioso en Nochebuena de 2015 se me hace una muy buena hazaña. Comida bistró (esa palabrita que llanamente quiere decir «hecho como en casa francesa») y atendida por meseros súper amables se me hace la mejor definición para este lugar.
Las mismas cenas que hacen en Nochebuena las repiten en Año Nuevo así que si quieren irse a la segura, ordenen costillar de cerdo con miel y wisky, verduras al horno (con muchísimos trozos de dulce camote) y el pollo relleno.
Las comidas corridas también están buenísimas, mi favorito el atún sellado.
PD: Tienen una panadería frente al Parque España donde quizá deban recoger sus platillos decembrinos pero ahí les dan todos los datos.

Servicio muy lento, los meseros no estaban al pendiente.
El menu de desayunos tiene 3 cosas de las cuales no tenian 2, pedi unos huevos rancheros que parecian huevos al aceite. Extra condimentado y con mal sabor.
Considerando que tienen el supermercado a 20 metros la excusa de que no tienen cosas se me hace invalida.
No volveria. Dejo mucho que desear para haber sido el unico cliente sentado en el restaurante.

Es de mis preferidos uno de los consentidos a pesar de ser un restaurante pequeño, pero a diferencia de lo que dice Freud, su tamaño es inversamente proporciónal a los suculentos manjares que ahí sirven y la presentación con la que ofrecen los platillos es muy cuidadosa.
Entre semana puedes seleccionar de entre una excelente variedad de menus ejecutivos de tres tiempos. En las mañanas hay paquetes de desayuno: café, pan, huevos –al gusto– y jugo natural) por menos de 60 pesos. Aquí también encontrarás el menu vegetariano.
En Fonda Bistro la Victoria te reciben tu coche pues si pretendes encontrar lugar en las inmediaciones de estas calles por favor avísame para irte a tomar una foto y publicarlo en alguna revistas de corte fantástico.

Ya se esta haciendo costumbre en la Roma, que abren un restaurancito después de tener éxito con una panadería o viceversa. En esta ocasión nació la panadería antes del restaurante. Agustín Badaracco, el chef argentino y dueño de este localito, me platicaba que había vivido en España antes de asentarse en México y que siempre quiso poner una restaurante de comida casera argentina e Italiana en honor a su madre.
Agustín, siempre esta en la fonda, es muy preocupado de los clientes y es muy buena idea preguntarle sí tienes dudas de que pedir. La comida esta súper buena, tienen menús estilo fonda, que cambian cada día. Toda la comida es muy fresca, el chef se levanta tempranito y escoge lo mejor de cada día en la central de abastos, sin que sea una fatiga, dice que le apasiona.
Todo esta muy bien servido, con porciones justas y un precio muy decente. Van de 90 – 120 pesos, con tres tiempos incluidos, además que al final te regalan un bolsita de pan con los productos de su panadería que lleva el mismo nombre, La Victoria.
Para los que no sueltan a sus perros y se la pasan buscando lugares en donde puedan llevarlos, este lugar es bastante amigo de los canes.