La Titina es todavía una pulquería de aquéllas, una de ésas en las que todavía no llega la modernidad que ahuyentan a los clientes de antaño. Es un pequeño changarrito, apenas caben unas cuatro mesas. Pero si te gustan las imágenes antiguas, probablemente aquí podrás encontrar una escena muy nostálgica. Los pulques son buenos, tienen blanco y curaditos. Te recomiendo el de avena. Abren todos los días, excepto los domingos y cierran hasta que se les acabe el pulque. Los viernes es posible que encuentres un ambiente más juvenil.
Erick G.
Tu valoración: 4 Mexico City, México
Esta pulquería es de las pocas del DF que recomendaría, no por sus instalaciones, que son un pequeño cuarto de aproximadamente 8×8 metros, sino por su pulque, es muy bueno, no escatiman en la fruta, o verdura, o lo que lleve para curarlo. Puedes hacer la prueba, en la Titina el pulque es mucho más denso que en otras pulquerías. Creo que es el mejor pulque que he probado en el DF, y eso que he visitado muchas pulquerías. Aparte el ambiente y la decoración es completamente de una pulquería, tal y como son, no está disfrazada, así como tantas otras que existen, pulquerías con concepto de bar snob. Lo mágico de la Titina es que podrás visitar un lugar original, que fue creando historia, no fue diseñada por publicistas, el tiempo la moldeó. Es lo más cercano que podrás estar de visitar una pulquería de la vieja Ciudad México.
Jonathan S.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
En una empolvada esquina subsiste un tradicional expendio de pulque. El único aviso es un letrero colgado cerca de las ventilas en donde se expone también la licencia del lugar. Para entrar hace falta empujar un par de puertas estilo viejo oeste. Los curados del día se exhiben en grandes jarrones transparentes enfilados sobre repisas de madera. Junto a estos un altar a la Virgen de Guadalupe e inmediatamente después una tabla de terciopelo negro con los precios. Sobre los pulques se pueden apreciar fotografías de toreros, y debajo de estos, los barriles en donde se guarda el pulque natural. Puedes tomar asiento y degustar en tarro de vidrio el curado que llame tu atención. Los sabores se rotan constantemente, aunque recomiendo el de avena que es suavemente dulce, el de piña, que mantiene un poco de acidez, y el de jitomate con ostión, por si quieres algo más picante. Diariamente se ofrecen diversas botanas, entre ellas hígados de pollo, huevos de hormiga en salsa verde, chorizo con papas, paella, por sólo mencionar algunas. Pero eso sí, tienes que llegar temprano, porque después de las tres de la tarde es difícil hallar botana para acompañar la borrachera de pulque. Otra ventaja del establecimiento es que puedes pedir tu curado para llevar, en vaso de unicel que bien pasa por un licuado, así que no tendrás ningún problema con la ley por beber en la vía pública. ¡Salud!