La Poblanita

Cuando de antojitos se trata, la Poblanita es la opción. Cuenta con una amplia carta de platos (mole rojo, verde, pipian, manchamanteles, tampiqueña y guisados «caseros»), sin embargo lo que destaca es el tamaño de las porciones, inmensas se queda corto. Los precios son medios y el sabor bueno. El platillo que no puedes dejar de pedir es el chamorro. Respecto al servicio… se ve que hacen lo que se puede porque siwmpre está lleno.

Promete ser un lugar orientado a exaltar la Mexicaneidad a partir de la comida poblana.
Costos muy elevados para lo que ofrece.
Recomiendo la sopa de tortilla
Si no te gusta el mole dulce, no lo pidas.
El sitio cuenta con estacionamiento pero tiene un costo de $ 30, lo cual es común que suceda en esta ciudad pero no deberíamos estar de acuerdo ya que ellos están obligados a brindarnos ese servicio sin costo alguno.

En General toda la comida mexicana que es servida en este restaurante cuenta con un excelente sabor y presentación, desde los desayunos que ahí se sirven: el delicioso! pan de dulce hecho en casa, el riquísimo café de olla y huevos al gusto en especial los poblanita, en lo que respecta a sus chiles en nogada, no hay otro lugar que supere el sabor de estos. No les doy la quinta estrella solo porque en horas pico, sus meseros no son del todo atento con los comensales y hay que estar pidiendo en repetidas ocasiones lo que te llega a hacer falta.

La comida no tiene sabor, pedí mole con pechuga y arroz y me decepcione mucho, igual con el agua de horchata… El único punto bueno para los que comen mucho sin que les importe el sabor, es que los platillos son enormes, súper enormes!!!
La atención es buena, aunque muy tardado en que te traigan la cuenta, y se me hizo de mal gusto que el mesero pidiera la propina.

I was here of September 2012, A resident of Mexico City noticed us. I guess we looked very touristy and recommended coming here to eat for dinner. this place is an experience it is so Mexico in a good way mariachi is the servers the Decore the food everything was all point and I fit in love with it. I end up coming back again.
Food is yes Mexican rice and beans and gelato Tarkle but it’s not anything you know it really is on a different level. As a traveler and to all travelers it’s worth coming here this is why you are traveling restaurants like this. And up talking to the shift to shift speaks fluent English and he will tell you anything and everything about his food his recipes.
Food ¹⁰⁄₁₀. Restaurant ¹⁰⁄₁₀.

My Airbnb host suggested this little local spot just a couple of blocks from our apartment in Sn Miguel Chapultepec. It was packed for Mother’s Day early on Saturday evening with local families. Our Spanish is not so good but they found a couple of English speakers in the house to assist us. Both my daughter and I had the house specialty: Chicken Mole. We both loved the dark rich slightly sweet and no muy pica sauce. We had a choice of white or dark meat and plenty of rice. With cerveza that was all we needed after a long day of travel to send us back to the room for a happy nap. With 2 orders of Mole and 2 cerveza the bill came to around $ 220 pesos
It was interesting to watch the girls making the tortillas; and there is a popular ice cream shop down the street

Poner un solo pie en este restaurante te hace sentir en septiembre, mes de la patria, pero aquí es como si siempre se festejara la mexicanidad, lo que puede apreciarse desde la decoración del inmueble hasta los platillos que son cien por ciento mexicanos.
Los platillos que se ofrecen son bastantes, así que puedes elegir entre los antojitos mexicanos y platos más elaborados, como el mole y el arroz rojo, por ejemplo. Sinceramente creí que el sabor de la comida iba a ser mejor de lo que es, pero no está mal, simplemente tenía altas expectativas por cómo luce la decoración del restaurante.
Sobre los postres, recomiendo mucho el flan y el pastel de elote, esos sí, son exquisitos.
El ambiente es muy familiar, la mayoría de las mesas están ocupadas por personas que vienen a pasar una tarde en compañía de sus seres queridos.
En cuanto a la atención de los meseros es muy buena, tanto que en momentos llega a incomodar, pero todo es con la buena intención de tratar como se merece al comensal.

Si te gusta la comida poblana este es un lugar excelente para probarla, el ambiente es muy familiar, la atención es buena, los precios accesibles y la comida es deliciosa. El mole, los frijoles y todos los platillos que ahí sirven siempre son una buena experiencia, además particularmente a mí me gustan los Chiles en Nogada que ahí preparan, hay muchos Restaurantes que los hacen y que siempre presumen de hacerlos muy ricos, pero fuera de los que prepara mi madre, sólo me han encantado los de aquí.
Alguna vez tuvimos una mala experiencia al llegar al lugar, ya que asaltaron a mi hermano al entar acomodando el auto frente al Restaurante, pero en esta Ciudad, dónde no pasan esas cosas… Fuera de eso todo me gusta, es un lugar muy recomendable para ir con la familia a probar las delicias poblanas.

Un restaurante mexicano en toda la extensión de la palabra, este lugar sí que ofrece una carta súper tradicional con platillos preparados de la manera típica, como lo hubieran hecho nuestras abuelas.
Cuando entras sientes como si hubieras llegado a una feria de pueblo, con los colores fuertes y los manteles clásicos de una fondita. Desde la entrada te invanden los aromas de cocina tradicional mexicana, de molcajete y fritanga, de chocolate y canela.
El café de olla es buenísimo, y justo como dice Ana Paula el mole verde les queda para chuparse los dedos. Puedes pedirlo con pechuga de pollo o con una pechuga sin hueso (dile al mesero si no te encanta el pollo con hueso). También el caldo de pollo es algo que vale la pena comerte.
En temporada tienen los chiles en nogada (no estoy segura si los manejan todo el año) pero aquí los preparan como los que le sirvieron a Iturbide, con su nogada hecha desde cero.
Este es un excelente lugar para llevar a un extranjero que busque probar algo de la verdadera cocina mexicana.

La verdad que en muchos lugares preparan mole pero no en todos lados es rico, y tengo una amiga que es muy quisquillosa y de cumpleaños quería comer moles y me acorde de la Poblanita de Tacubaya y tiene una sucursal en la Escandón pero hay que ir a la original, ya que es un restaurante tipo fonda pero muy grande llena de mesas y bueno también tiene terraza para los fumadores, el menú es de tipo mexicano pero su fuerte es el mole rojo y verde el mejor es el rojo y tu escoges con que pieza de pollo quieres pero y en época de chiles en nogada son buenísimos y tiene un gran tamaño, pues decidí ir con mi amiga y le encanto ya que las tortillas son hechas a mano el sabor de los alimentos es muy bueno, el arroz esta como si fuera hecho en casa y bueno los postres mi favorito son los plátanos fritos con crema. De tomar las aguas frescas son muy ricas. Lo que si le veo de malo es que el servicio en ocasiones es muy lento y lo puedo considerar malo y esto es porque son pocos meseros para le tamaño y número de mesas.

En una casa muy mexicana con sus manteles de colores y un look de fonda de pueblito, La Poblanita en un restaurante en cerca de Av. Jalisco que se ha dado a conocer como el templo del mole en el Distrito Federal.
Aquí hay carta mexicana para todos los gustos; mole verde, rojo, con pollo, mollegas, higados de pollo, enchiladas, tacos de guisado, quesadillas y unos excelentes chiles en nogada conforman el menú. Yo te recomiendo el mole verde que es el más deliciosos de todos los moles. La tampiqueña y la cochinita pibil son otro platillo que vale mucho la pena probar. Los precios son muy accesibles, en promedio un persona gasta de $ 80 a $ 200 pesos.
La Poblanita tiene otra sucursal en la Colonia Escandón y muy recientemente abrió sus puertas a La Poblanita Nueva en la San Miguel Chapultepec, pero no te confundas esta es la que existe en Tacubaya desde 1947.