La Perla

El ambiente es familiar, puedes ir a comer o a festejar sin problemas! La manera en que atienden es adoc al lugar! Precios accesibles, comida sin retardos y bien preparada, demasiado agradable el lugar, un tanto antaño!
Me gustó todo, con la sola excepción de que…
De verdad no tienen tostadas de pulpo?
Peor aún… no tiene filetes?
Eso rompió mi corazón! Sin embargo no quita que sea un lugar altamente recomendable

Los que tienen menos de 25 no se acuerdan que hubo una época en que todas las marisquerías de la ciudad de México eran iguales: peces falsos en las paredes, anuncios de Negra Modelo, aroma a ostión fresco y cocteles preparados al estilo del Golfo, con mucha catsup. Después llegaron marisquerías más innovadoras que ofrecieron mayor variedad (y más alcohol). Más recientemente, llegaron los restaurantes que preparan los mariscos al estilo del Pacífico.
Con todos estos cambios, las marisquerías tradicionales tuvieron mucha competencia. Al final los afortunados somos los consumidores, porque sólo las mejores sobrevivieron. La Perla de la Roma es una de esas marisquerías. Puro pescado y mariscos a la antigua, al estilo del Golfo. Cocteles enormes, fríos y con catsup. Ostiones frescos, pata de mula y camarones en grandes cantidades. Nada de marlin, ni caguamanta, ni tacos de camarón. La estrella del menú es el empapelado: una porción muy generosa de pescado, pulpo, ostión y camarón perfectamente cocinado, balanceado y delicioso. Si lo piden (recomiendo que lo hagan), tengan cuidado de no pedir mucho más, porque es una porción muy grande y deliciosa.
La Perla de la Roma es una marisquería como a las que me llevaban cuando era niño. Normalmente diré que estoy en contra de la tradición y a favor de lo nuevo. Pero, a veces, la tradición merece sobrevivir como una opción más. Este lugar es prueba de ello.

los mariscos en este local son muy buenos y a buen precio, el servicio es muy rápido y en los últimos años ha sufrido remodelaciones con las cuales sus instalaciones han mejorado bastante

Mientras La Roma se moderniza, hay pocas cosas que se pueden dar el lujo de permanecer tal y como están. No es bonito ni lo más cómodo pero definitivamente si te va a traer de los mejores mariscos de México a un precio muy aceptable. La Perla de la Roma es un local que parece mercadito, no hay valet por lo que advierten que te cuides de la grúa. Toda su decoración externa (el letrero) e interna (mesas y sillas) son el producto del patrocinio de la empresa cervecera. Las paredes son amarillas, no hay decoración de ningún tipo, excepto un pez vela en una pared de juguete. Es común que esté llenísimo y tengas que esperar para una buena mesa, pero ya que lo logres en un 2×3 tendrás tu plato enfrente de ti.
Lo que más se recomienda es el empapelado: en un papel aluminio te sirven camarones, pescado, pulpo, calamar, ostión, caracol y demás. Es grande haber si te lo acabas.

La Perla de la Roma, esta marisquería es de lo mejor, tiene lo que buscabas, mariscos frescos, sabrosos y económicos. El ambiente es como el de cualquier restaurante; y uno de sus defectos es el tener muchas mesas, y pocas meseras, por lo que se llegan a confundir.
Te sugiero llegues con tiempo ya que tendrás que hacer una fila para entrar y no te pongas «punk» cuando veas que otros entran antes, ya que si vas con amigos ó familiares tienes que esperar a que se desocupen mesas del numero de personas con las que vayas. Ya adentro la mesera te tomara tu orden y esto quiere decir que también vas a tener que esperar otro poco, pero no te preocupes, que la espera si que vale la pena. Lo mejor de su menú son las mojarras y los camarones, ambos en sus variedades como son al mojo de ajo, a la diabla, frita, etc. Aun que también manejan cócteles, ceviches y caldos. Si vas con tu pareja esta es una buena opción para terminar satisfecho y muy contento, claro pasa antes de retirarte al baño al aseo bucal, acuérdate que los mariscos son muy escandalosos.

La perla del mar es un restaurante que siempre esta muy lleno, pero vale la pena quedarse, su especialidad son los cámarones empapelados, y sus cámarones a la diabla son la onda, están un poco picososo, pero para quien aguanta están perfectos.
El lugar esta un poco atascado, y adentro te acaloras porque hay demasiadas mesas y no hay tanta distancia de una mesa a otra, Antes tenían en la parte trasera más mesas y estaba más fresco, pero la última vez que fui había cerrado esa sección, ojala la vuelven a abrir.
No te sorprendas si te sirven el caldo de cámaron o de pescado en un refractario de vidrio como los que usas para la lechuga o la gelatina, eso es normal.
Su servicio es un poco lento.
No son los mejores mariscos, pero vale la pena darte una vuelta si tienes antojo de mariscos y estás por esa zona.
Tip: Tienen un platillo que es arroz con cámarones, si lo pides solo como entrada, piensalo porque solo con ese platillo yo he quedado satisfecha.

Un magnífico lugar para quienes gustamos de los mariscos y la comida del mar en general. ambiente familiar ideal para degustar tranquilamente los exquisitos platillos que ofrecen. Desde cocteles de camarón, pulpo, ostiones, callo de hacha y sus combinaciones, hasta deliciosos filetes al gusto o Mojarras fritas de muy buen sabor y de un tamaño muy respetable.
Para abrir boca puedes pedirte unas quesadillas de pescado. La Sopa de Mariscos es enorme y muy buena. Si eres de buen diente pídete un Pescado Empapelado, ¡Memorable! o si los prefieres, deléitate con un «Tres Reyes», ya para qué te cuento, ¡De rechupete!
Lo malo: no aceptan tarjetas de crédito y parece estación del metro, por el bullicio. Pero si no te molestan las multitudes y te gusta el ambiente costeño, éste es tu lugar.
Puedes estacionarte enfrente en el Centro Telmex.

Soy amante de los mariscos. Así que siempre agradezco cuando tengo la oportunidad de comerlos en la ciudad. Este restaurante no sólo me permite disfrutarlos, sino que también me hace imaginar que estoy en la playa, aunque sea por un momento.
Puedes abrir con cócteles o quesadillas de pescado, o entrar directo con el plato fuerte: la mojarra es buena opción, te sorprenderá su tamaño; la puedes pedir con ensalada o arroz, dependiendo de tu nivel de hambre. La sopa de mariscos es un verdadero tesoro, es un gran platillo (hasta parece una pecera).
Si eres un poco más aventurero, pide algo con pulpo o calamar, son verdaderamente frescos. Los ostiones en su concha son mi platillo favorito, parece que los acaban de sacar del mar.
Si se te pasaron un poco los tragos la noche anterior, pide el caldo de camarón sin camarón, una bebida medio picante que te rescatará del malestar.