La Fogata

depende mucho del dia en que acudan al lugar, lamentablemente no cuenta con un buen servicio, ademas de que si quieren disfrutar de musica con sus tragos deben pagar en la rockola y si van en viernes les tocara escuchar mayoritariamente musica banda

Recuerdo una vez que sólo juntábamos 70 pesos entre dos amigos y yo. También teníamos muchas ganas de beber unas cervezas y no sabíamos qué hacer en realidad, sin embargo, hay veces que la suerte sonríe y sonríe de sobre manera. A unas cuadras de donde estudiaba se encontraba La Fogata, un bar donde un anuncio decía «7 cervezas por 70 pesos». Entramos y nos hicimos visitantes frecuentes.
Este local ha ido creciendo con el paso de los años. Todo gracias a que, en un mercado donde el precio se incremente exponencialmente, ellos han intentado mantener siempre sus precios lo más bajo que se pueda. Otra de sus grandes ventajas, es que está ubicado cerca de algunas universidades, lo que lo hace un lugar que siempre se encuentra con muy buena entrada, si no es que se abarrota.
Para vivir una experiencia cantinesca y a la vez muy relajada. La Fogata es el luagr, indudablemente, ideal.

El éxito de este humilde barecín se da entre semana cuando los linces de la UVM San Rafael (dicho animal es la mascota de la escuela, la cual se encuentra a unos pasos) hartos de una jornada de clases, profesores, exámenes, exposiciones y hasta de ellos mismos, deciden acapararlo para beber chelas y más chelas en botellas, caguamas y misiles que los relajen después de estudiar tan arduamente (ajá).
Soy egresado de la citada universidad, y a lo mucho llegue a entrar 3 o 4 veces en 4 años y medio que duró mi carrera, ¿aguafiestas? quizá hay algo de eso, pero yo no era fan de ver a la misma gente que observaba pasar mil veces en la escuela. Aun así, le concedo a La Fogata el hecho de que los compañeros hablaran muy bien del negocio, que nunca dejaran de ir y lo hicieran parte de su historia por el campus. Además, es barato.

Sin duda muchos de nosotros buscamos un lugar que sea bueno, bonito –al menos no tan malo– y barato. Bueno, La Fogata es la descripción exacta de esa búsqueda que realizamos.
Y es que, hay que aceptar, cuando buscamos un lugar para convivir con los amigos, siempre tendemos a factores como comodidad y atención pero, también, algo económico. Aquí, básicamente, prevalecen las chelas. Las venden por caguamón, de media y hasta misiles de 3 litros.
Sus precios no son elevados y además es un lugar variado musicalmente hablando. Ponen todo tipo de géneros para todo tipo de gustos. Dicen, los que saben, que es uno de los obligados para los estudiantes de la UVM San Rafael, que se encuentra a unos metros, y es evidente que te toparás con muchos de allí. Pero si vas pasando por ahí, o simplemente quieres probar nuevos sitios, ten por seguro que el ambiente que te acogerá será agradable y no te querrás ir tan rápido.