Un rinconcito gastronómico en Anzures. Pequeño pero altamente culinario. La comida corrida literalmente vuela, pues es de los mejores lugares para comer en la zona, cuando la tripa lo demanda. No es nada caro y su variedad y sus raciones son bastante generosas. Aquí sí saldrás satisfecho. Los guisados están muy bien preparados y la sazón de la señora es de verdad, distinguida. El local es pequeño pero está bien distribuido, así que puedes ir con tus amigos de la oficina. Buenas sopas, ricas ensaladas, platos fuertes bien balanceados, postres ricos y aguas frescas bien hechas. La gente de la zona acostumbra llamar para que les hagan un apartado, pues suele terminarse temprano la comida. Esto le ayuda a la señora a ver cuáles de sus platillos son los más demandados. Por cierto, los viernes prepara pozole y chamorros, ¡altamente recomendables! No tiene estacionamiento y tampoco aceptan tarjetas, pero la calidad bien vale la pena. Acércate y prueba este pequeño pero bien atendido negocio, atendido con amor.