La Clandestina

Awesome hidden gem (you gotta look for the name on the side walk)! They have a bunch of different type of mezcal. The waiter was super nice and friendly. We did a mezcal testing and he explained to us all the secrets. He also told us about other bars in the area that turned out to be very cool. You must try the cocktails!
I’d definitely recommend to stop by la clandestina if you are in Mexico City!

If you’re a looking for a small place to enjoy a drink with friends, this is a great spot. It’s nothing fancy but it has a ton of character with a very Mexican vibe to it.
Their specialty is the ‘mezcal’, but they also have craft beer. The service was great, very friendly staff. I noticed that there were people about all ages which is a good sign.
Cozy, friendly staff, good drinks — nothing bad for a night out.

Wonderful, patient staff explained the ins and outs of mezcal to a couple of noobs. If you want to do some tasting but don’t really know what you’re looking at on the menu, fear not — just ask.

Hell to the yes! This bar is outstanding. If you’re into Mezcal and you’re not in Oaxaca, this is probably the very best place to visit.
What you get here is a tiny divey little bar that’s super dimly lit and super funky. They serve Oaxacan style food –tlayudas included– and they have a long list of mezcals to try. If you know what you love you can order entire carafes. If you want to try various things you can order by the ounce.
The mezcal menu is super thorough and the staff is really helpful at helping you pick what to drink. As a group of 5 friends, we all opted to do a few rounds of mezcal and ordered by the ounce. Our server was great at remembering everything we’d ordered so by round 3, we’d all been able to try more than 15 different mezcals. Prices were crazy reasonable –if not dirt cheap– and the food was extremely delicious. Fantastic place to visit on our first night in town.

La Clandestina is my kind of dive bar. All the mescal drinks are wonderful and varied, but I particularly like the reposado. I never have tried the food, but I hear good things.
CHEERS!

This is a mezcal-​loving hipster paradise in Roma Norte. So naturally, I fit right in. The bar itself is dark, small, and easy to miss on the street.
What I personally loved about this place, was that the menu was a large thick book of mezcal choices. Each page had the specs of each mezcal; age of plant, number of distillations, date of production, etc. We ordered a small jar of a mezcal that was barrel aged for three years that was possibly the best mezcal we’ve ever had in our lives.

This is one of my favorite mezcal bars. They have such a great selection and the prices are reasonable. I usually go for a reposado and have never been disappointed. The mezcal is in a water-​jug delivery system that takes up the entire wall behind the bar. It’s super cool. They also have bottled beers, fresh jamaica juice, and food but I haven’t tried the food.
It’s a small place with not a lot of seating options but they have space out front for standing. The décor is that of an old general store which adds to the dive-​bar vibe.

Small, hard to find place with an Irish wolf hound roaming around.
Excellent mezcals
Kinda quiet and dingy on a Tuesday night

Wonderful, cozy atmosphere to relax and enjoy a Mezcal tasting. Although I’ve had mezcal before, this was my first real tasting and the owner made it a truly memorable experience. Each Mezcal has its own page on the menu with a detailed profile. The ambiance couldn’t have been better!

I just love La Clandestina. The low lights and warm tones make it a particularly cozy and inviting place. I’ve made sure to stop by once or twice every time I’m in DF (i’ve probably been there at least 6 or 7 times in the past 3 years.) Nice selection of mezcals. One of the waitstaff, a younger guy, was just such a pleasure to deal with, on a few occasions that we’ve had him as our server. We had limited Spanish, he had limited English, but it was fun to try each other’s languages on each other without judgement. A great place to kick back in Condesa, and enjoy sampling a few mezcals.

Desde que se ha puesto de moda el mezcal es bueno conocer lugares donde te sirvan esta bebida pero de calidad porque últimamente, con el auge, pues lo artesanal de este producto se ha perdido y se ha dado paso a lo químico.
Es por eso que me gusta mucho este lugar porque sirven buen mezcal, como debe de servirse y si eres un néófito en el tema no tengas miedo en preguntar, los que te atienden son muy amables y te dan opciones sobre qué beber.
Tienen comida y también les recomiendo mucho las aguas de sabor que venden, la última vez probé la de jamaica con yerbabuena y no bueno era deliciosa, fresca y totalmente adictiva.
Otra recomendación, a la hora de pagar revisen bien lo que les cobran.

Cozy, friendly location with great tasting Mezcales. The Mezcal are primarily from large jugs (sold to them by bulk I assume) and may not have brands you are familiar with. Either way, their menu is rather extensive. The prices are a bit high than I expected. I would go again, but likely not for more than 1 or 2 drinks.

A fantastic little place with great music, funky appetizers, and many, many different kinds of mescal. Try the pozole!

Aquí la cosa va de pedir Mezcal, sí ya tiene unos años estando de moda esta mexicanísima bebida y no es para menos, muchas variedades para todos los gustos, y aquí en la Clandestina, puedes hacerlo al dedazo, ya que todos son buenísimos (seguro es una de las mejores mezcalerías en todo el DF) y de hecho, en La Clandestina esto es la onda: pide tu número de la suerte, o el número que mejor te vaya este noche de toda la carta. Te recomiendo el 29, el 12 y el 8 y todos se sirven con su rodaja de naranja, como debe de ser. Si no te llama la atención ningún número, pide a Federica o a quien esté en la barra que te de una recomendación.
Lo menos clandestino de este lugar es el nombre, porque poco a poco comienza a ser muy conocido y seguro te encontrarás de pronto con mucha gente queriendo entrar al mismo tiempo, así que toma tus precauciones.
Además de Mezcal, también tienen algo en la carta para los que llegamos con hambre: prueba la torta de chilorio y no te preocupes de nada más, vale la pena; también hay una torta vegetariana que hará las delicias de los veganos trasnochadores. Yo pido una de cada una para compartir y asunto arreglado.
No aceptan tarjetas de crédito y sí hay valet parking.

La Clandestina es un pequeño local en la colonia Roma que como muchos otros se ha enfocado en traer el mezcal a los paladares de los fanáticos. El lugar está ambientado como una tienda de abarrotes donde se venden productos mexicanos como jabón Zote, latas Herdez, aceites y conservadores. También puedes ver detrás del mostrador las garrafas de mezcal.
Si no sabes que pedir pregúntale a Federica que está detrás de la barra que te podrá guiar entre las 22 variedades de mezcales. Los clásicos son el espadín blanco y el reposado. Casi en todas las mezcalerías te lo dan con gajos de naranja y chile piquín. Un tip importante: la concurrencia es muy hipster, solo hay cerveza Indio y no aceptan tarjetas lleva efectivo.

Una de las bebidas que ha tomado muchísima fuerza en estos últimos cuatro 7 años es el mezcal, aunque es una bebida que viene desde nuestros antepasados, se cree que lo destilaban, el agave, desde hace alrededor de 400 años y además solo proviene de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí y Tamaulipas, por lo que es de denominación de origen.
Entonces pues como el consumo de esta bebida ha ido en aumento, no faltaron las mezcalerías en empezar a aparecer por la ciudad, pero esta en particular me parece una muy buena propuesta, ya que tienen mas de 40 tipos diferentes de mezcal de los diferentes estados antes mencionados, y con 3 diferentes grados de alcohol, que bueno ya para empezar esta bebida tiene muchos grados, las borracheras de mezcal son de las mas alucinantes que he visto y vivido. Es un pequeño local que está decorado con este aire de fonda mexicana muy sencillo, que pareciera que no lo pensaron, pero si le echaron coco, y lo que más llama la atención es la presentación de sus mezcales, que están arriba atrás de la barra en garrafones de vidrio con unos sistemas para servir. I like!

Una de las noches más divertidas que he pasado en mi vida inició en este barecito y por esto le tengo sumo cariño.
En este lugar se viene a tomar mezcal, de todo tipo a degustarlo si quieres llamarlo así. Sera difícil encontrarlo pues la entrada no es muy llamativa pero camina con cuidadito por Álvaro Obregón y lo encontraras entre Oaxaca y Huichapan.
Aunque un fin de semana no será difícil dar con el por la gente se desborda por la entrada de este pequeñito pero divertido lugar. No pienses que vas a lograr sentarte por mucho rato.
La aglomeración en la barra impide que uses las sillas, es casi un insulto para el amigo sediento que tienes a lado. El barullo de la gente hace que la música se escuche baja, sin embargo se puede mantener una platica decente dentro del recinto. Pienso que este lugar podría convertirse en unos de los clásicos de la ciudad. Visítenlo.

Como su nombre lo indica, La Clandestina es un bar que bien pasar desapercibido. Sobre la calle Álvaro Obregón, entre Oaxaca y Huichapan, un hoyo en la pared sin nombre que lo indique da entrada“La Clandestina”. Un aparador muestra las botellas de mezcal «el milagrito» y «el enmascarado», que cuidadosamente han sido acomodadas para ser escogidas por sus desgustadores. También se muestran las botanas que el bar ofrece (en su presentación original): latas de aceitunas y palmitos, cazares y cacahuates. Un lugar pequeño, oscuro con tan solo unas cuantas mesas. La música es tranquila, ideal para ir a platicar sin la necesidad de estar gritando.

Para que te sientas como en un lugares totalmente fuera de la ciudad, porque si no saliste de la ciudad este fin de semana esto te recordara a alguna cantina de pueblo, de esas típicas donde la decoración no tiene nada de esfuerzo, donde las bancas que encontraras son totalmente diferente la una a la otra, y donde seguramente veras un foco sin lámpara alumbrando tu velada, y sobretodo resaltara la música que no será seguramente lo que escuchas mientras trabajas. Entre las curiosidades encontraremos cuadros de artistas Mexicanos y garrafones de cristal con mezcales de todo tipo, así que si andas en eso del mezcal este lugar te va a gustar. Y de lo más increíble que encontraremos es que sus precios son totalmente accesibles y seguramente saldrás hasta las manitas entre tanto mezcalito.

Si te gusta el mezcal, debes visitar este lugar. Casi que es para puros conocedores, pero no te preocupes, también es bueno para entrarle a esta bebida. Se llama Clandestina porque no hay un letrero afuera que diga como se llame el lugar, pero lo reconoces porque predomina el color rojo.
En la carta indican el grado de alcohol de cada bebida y te pueden servir medio o un caballito completo. No te miden las naranjitas, puedes pedir y pedir las que quieras. Si no sabes que mezcal pedir, pregunta a tu mesero.
Si vas con un grupo de amigos es excelente, pero si sólo vas con tu pareja también pues hay mesas sólo para dos medio escondidas y hasta con una velita al centro, medio romántico.

Una de las mejores mezcalerías del Distrito Federal, perfecta tanto para los conocedores de esta bebida, así como para quienes apenas quieren entrarle.
Su carta identifica por número cada uno de los mezcales y ofrece información de su grado alcohólico, tipo de maguey y región, los precios están entre los 40 y 70 pesos y vienen acompañados de un plano de abundantes naranjas con sal de gusano, situación que se agradece, pues no escatiman en este recurso como en otros lugares.
El sitio es muy pequeño y abre alrededor de las seis de la tarde, no tiene un letrero por lo que para ubicarlo tendrás que fijarte en las botellas del destilado que adornan la barra. Para que te ubiques mejor, se encuentra a un lado de la Sala Chopin.
Además del mezcal sólo venden cerveza Indio, por $ 35 pesos, y como botana te dan un recipiente lleno de pepitas, que puedes completar con aceitunas, papas fritas o Cazares.