La Chilanguita

Uno de los peores lugares que he conocido en mi vida. Si eres de los que les gusta «Sabadazo», eres el perfil de «La Chilanguita».
La comida es cara y corriente, la selección musical es muy básica, la atención muy mala y el servicio deja mucho que desear.
Pedí alitas, sabían a refrigerador; las meseras y meseros todo el tiempo empujaban de forma prepotente, además de que presionan todo el tiempo para que estés pide y pide.
Acá no existen las cuentas separadas, «mas que nada por lo mismo de que» así es más fácil inflarte la cuenta.
Ruido innecesario, corajes a la hora de pagar, amenazas por parte del personal de seguridad, borrachos sin control, mesero colmilludos y demás «variedades» que tiene este lugar.
Uno termina con la sensación de extorsión y secuestro al «recobrar la libertad» una vez que te obligan de forma violenta a pagar del 15 al 20 por ciento de propina, así que has cuentas.
Si aún después de ésto decides lanzarte, te recomiendo que lleves bien tu cuenta y la de tus acompañantes, sobre todo si el grupo es muy grande, pues es donde aprovechan para asaltarte. Por cierto, evita a toda costa los tacos al pastor.

Luego de pasar unos cuantos meses a la sombra por suspensión de actividades, La Chilanguita de Coapa se encuentra de nuevo abierta al público sureño y se une de nuevo a las opciones más para comer sabroso y echar trago sobre Acoxpa.
Recuerdo que en junio de hace tres años la visité un viernes por la noche y de inicio me sorprendió la cantidad de gente que había en el lugar, como si al interior fueran a regalar algo, pero ya entrando la decoración con los vochos, los colores chillones, los clarooscuros del lugar, un puerquito dibujado en el techo entre otros detalles que en verdad fueron llamativos a mi parecer y el servicio por ser viernes, normal que sea un tanto lento, pero al menos seguro.
Al principio recuerdo que llegamos y la música era fresa, no lo negaré y nos faltaron «cinco pa’l peso» para irnos, pero de pronto vimos que el lugar cuenta con una banda que toca en vivo y nos quedamos para sorprendernos con que dicha agrupación ameniza el ambiente bastante bien, la verdad puedo decir que salí convencido excepto por el atascón que hubo casi a las 11, que era similar al metro en hora pico, pero de ahí en fuera el ambiente es chulo y se presta para iniciar la parranda magna.

Hace dos años aquí fue donde celebré mi cumple (sin querer) y la verdad es que la pasamos muy bien.
Cuando llegué dije: «ay no, antrito fresón, mejor vámonos», pero después el de la entrada tras escuchar a mis amigos que me estaban haciendo fiesta, nos convenció al decirnos que presentando mi IFE me regalaban una botella… «pues va».
La verdad es que la música al principio sí está de antrito fresón, pero de repente hay una banda que toca en vivo (muy bien, por cierto) y sacan de su repertorio uno que otro hit que te hace bailar, además hacen concursos y se pone chistoso.
En los baños hay frases chilangas muy divertidas que segúramente lograrán sacarte una sonrisa.
Si no vas en plan de fiesta y quieres algo más relax, tienen una zona de restaurante. Los precios están algo altos, pero se ve que está rico.
Lo único que debes tomar en cuenta es llegar temprano, porque después de las 10:30pm empieza a atascarse durísimo y si no tienes mesa, es muy incómodo al grado de ya ni poder bailar a gusto.

La Chilanguita es un restaurante bar con una identidad muy definida, desde que entras, la decoración atrapa en una atmósfera mexicana, más bien chilanga. Las mesas tienen unos rines en el centro donde no hay luchadores, sino salsas y aderezos para tu comida. Todo el restaurante tiene motivos chilangos, incluso hasta los baños.
Los precios no son muy baratos, pero se compensan con las promociones que hay todos los días de la semana. Para quienes no son del DF y vienen de visita hay una promoción especial los lunes para darles la bienvenida a esos foráneos a esta ciudad chilanguita. Los martes los cumpleañeros tienen privilegios en este restaurante bar, los miércoles son días de tacos, cada uno de ellos cuesta solamente 9 pesos, los jueves son pozoleros y los viernes y sábados días cheleros.
Desde el jueves el ambiente en la Chilanguita huele a fin de semana, pues hay un grupo en vivo que pone el lugar a cantar al ritmo de canciones pop. Los meseros se convierten en animadores para hacer festiva la estancia de este lugar visitado en su mayoría por coapeños.
Lo único no muy positivo es que al final, la cuenta viene con el servicio incluido y es de 15%.