La Casa del Pavo

Me encanta este lugar, a pesar de que sus costos no sean tan accesibles. Si tienes antojo de pavo este es el mejor lugar, además hoy que hace un frío infernal en la CDMX hicieron pozole con pavo. El lugar chiquito y antiguo, cálido. Con este frío no dude en ir a la hora de los sagrados alimentos a este lugar. Te recomiendo venir entre semana y pruebes el menú del día con agua o refresco te saldría en $ 70.00.

Siguiendo la ruta de tortas de pavo en el centro de la ciudad, una visita obligada es llegar al hogar, la casa del pavo.
Se esconde en la calle Motolínea pero vale la pena la búsqueda. En cuanto entrás sabes que estás entrando a la tradición, donde seguramente tus abuelos, o los amigos de tus abuelos, o algunos desconocidos que algunas vez saludaron a tus abuelos, se tragaron las mismas tortas que estás a punto de comer.
Tiene su sabroso consomé de pavo, como debe de ser y también puedes pedir unos taquitos de, adivina, de pavo.
Pero todos sabemos que hay que ir por la torta de pavo y llenarla de zanahorias y rajas en escabeche. Un verdadero manjar que puede multiplicarse con el trago a una cerveza dominguera.
Y sí de plano vas por todas las canicas, éntrale a la pierna de pavo con mole. Tan sabroso como suena.
Es un lugar de otros tiempos así que no te espantes si ves un pavo colgado a la pared, solo disfrútalo.

La Casa del Pavo es una lonchería-​restaurante que tiene todas las cualidades de un buen lugar donde saciar el antojo. El aspecto exterior e interior lo hacen pasar totalmente desapercibido, ya que tiene los muros y muebles originales al parecer, lo que le pone en desventaja con las actuales ofertas gastronómicas del Centro Histórico, aunque cuando se trata de comida y antojos en especial, una buena localidad con todo e instalaciones de primer mundo no siempre garantizan satisfacción a tu paladar o estómago.
En la Casa del Pavo podrás probar las mejores tortas de pavo de todo el Centro Histórico, con los ingredientes que quieras, simple o la versión completa, además del exquisito guacamole y tu refresco, elegido por ti. Ahora es un buen momento para que te divorcies de McDonalds y demás cadenas. Además tienen todo lo necesario para pasar por cafetería, ya que además de su especialidad hay jugos o café, lo cual es un buen pretexto para también ir a desayunar.

Para comer pavo no es necesario esperar hasta diciembre, ya que (felizmente) en el DF contamos con una EXCELENTE OPCIÓN, el restaurante La Casa del Pavo (ubicado en Motolinía no. 40, Col. Centro) en donde lo preparan de muy diversas maneras, desde la típica torta, hasta enchiladas de mole rellenas de este rico manjar.
Cabe acotar que este lugar no es un localito improvisado, y no crea que por ser temporada «baja» va a encontrarlo cerrado o casi vacío, en lo absoluto, pues la tradicional Casa del Pavo fue inaugurada nada más ni nada menos que en … ¡¡¡1901!!!, sí, tal como lo leyó, la experiencia de este lugar es de ya… 113 AÑOS, impresionante, y más porque –para beneplácito de quienes gustamos de este platillo– ha sobrevivido a crisis, inflaciones, alzas de precios, etc. Además de ser un negocio familiar, que ha pasado de generación a generación, La Casa del Pavo se distingue por su excelente servicio y la atención directa con el cliente, además que está abierto prácticamente TODOS los días del año (salvo los días de asueto 25 de diciembre y 1 de enero), además que su horario es muy amplio, de 9 a 21 hrs, signo del ÉXITO y la TENACIDAD de quienes han laborado ahí.

Fundada en 1901 como dice la placa del exterior, aquí encontrarás la variedad necesaria para antojo de las famosas tortas de Pavo, durante todo el año. Además de que me encanta el mobiliario, las fotografías de quienes han estado ahí y la apariencia de antiguedad melancólica. Soy fan de este lugar, aunque no precisamente del Pavo, pero un clavado sí me aviento una o dos veces al año.

Alguna vez me habían platicado de un legendario lugar donde se hacen las mejores tortas de pavo del mundo y durante todo el año. Así que ni tarde ni perezoso me fui al Centro en búsqueda del «La Casa del Pavo».
Es otro de los muchos restaurantes de la calle de Motolinea en el centro de la ciudad y es definitivamente uno de los más singulares de todo el centro.
Todos los días hay mucha gente al rededor de este establecimiento que orgullosamente manifiesta a la entrada en un letrero haber sido fundado en 1901 bajo el lema «Pensar en grande nuestra idea, hacerlo en grande nuestra satisfacción.»
Y efectivamente se nota en este magnifico lugar el paso de tiempo, aun manteniendo su decorado antiguo pero ofreciendo una comida sencillamente exquisita.
Aquí pueden pedir tortas tanto de pavo como de carnitas pero lo realmente delicoso en mi opinión son los chilaquiles con pierna de pavo o muslo. Todo una singularidad en nuestra ciudad.
Si desean conocer un lugar de tradición les invito a pasar aquí a deleitarse con una buena pieza de pavo navideño, y lo mejor es que no tienen que esperar hasta navidad.