La Casa del Coleccionista

Lo que para algunos pueden ser chácharas u objetos pasados de moda, aquí se convierten en valiosas piezas de colección.
Puedes encontrar teléfonos, relojes, juguetes, floreros, monedas, en fin, todo tipo de antigüedades que también sirven como props para producción u obras treatrales y hasta ornamentos vintage que le dan un toque cool a tu espacio.
Acerca de los precios, también hay de todo, varía dependiendo el año de antigüedad y sobre todo el material (hay objetos hechos de oro que pson consideradas como reliquias).
Otra cosa es que si tienes muchas antigüedades en tu casa y no sabes qué hacer con ellas, puedes venir a negociar con el dueño y en una de esas te las compra, si eres coleccionista, tal vez puedas intercambiar algunas piezas y conseguir de las caras a un precio más accesible.
Aun cuando no tengas las intenciones de comprar, te recomiendo que te des una vuelta, resulta ser toda una experiencia y al final sentirás que visitaste un mini museo.

Éste lugar es de los más curiosos en coyoacán ya que aquí podras encontrar toda clase de antiguedades que aparentemente no tiene ninguna relación entre sí; pero es el paraíso de los coleccionistas ya que aunque los artículos que están a la venta no tienen relación entre si, si lo tienen para los coleccionistas ya que puede ser el lugar donde encuentren la pieza que tanto estaban buscando para completar su colección.
Los precios son moderadamente altos y la atención es magnífica, siempre están dispuestos a ayudar a los clientes deseosos de encontrar algo diferente.

Durante alguna de esas caminatas interminables por el Centro de Coyoacán, me encontré con una tienda poco común, de hecho más que tienda, la llamaría un lugar para viajar en el tiempo. Estoy hablando de La Casa del Coleccionista, un lugar de compra y venta de artesanías y antigüedades.
Mi instinto curioso me llevó a entrar al lugar ubicado en Farncisco Sosa, en el barrios de santa Catarina, y descubrir un sinnúmero de objetos viejos, pero muy valiosos e interesantes. Relojes de pared, de mano o de bolsillo, teléfonos antiguos, figuras de cerámica, floreros de cristal, cuadros, mesas y sillas, entre muchas otras cosas.
Los precios varían mucho, pero los dueños del lugar están dispuestos a hacer valido algún trueque entre varios tipos de artículos, dependiendo del tamaño y valor. En caso de que haya diferencia, se paga en efectivo, ya sea de un lado o de otra. La verdad es un muy buen lugar para los fanáticos de lo antiguo y clásico.