La Camelia

La Camelia is one of the few cheap places in trendy San Angel. At 84 years old, it looks like a little cantina you’d find in the historic center. About 7 or 8 blocks from the Puma’s stadium, this is a great place to stop after a soccer match.

Hace poco descubrí que uno de mis mejores amigos de la prepa trabaja súper cerca de mi, entonces, para ponernos al día decidimos que los lunes a las 6 son nuestro día de chelas.
Él me dijo: «nos vemos en metrobus La Bombilla y te llevo a un lugar», sí, ese fue La Camelia. Cuál cantina de antaño, aunque más moderna, nos recibió la música de un hombre mayor con su guitarra, canciones de de a pecho y dolor, melodías que un día, acordamos, pondríamos en una borrachera contra nuestros exs. Jajaja.
En este lugar vender cerveza y tragos más fuerte, que puedes acompañar con cacahuates que no te cuestan, o por 25 pesos pedir unos tlacoyitos… yomi!
Abren todos los días, pero en viernes y sábado es prácticamente imposible encontrar mesa, por lo que a mi me late más ir lunes, martes o miércoles en que todos los godínez se preocupan por que ya sea viernes.

Una de las cantinas con más tradición de la zona de San Ángel, la decoración es bastante tradicional, las paredes beige se adornan por unas enredaderas de rosas rojas, que acompañan a las fotografías antiguas del lugar. El mobiliario de madera es bastante cómodo, las mesas tienen una peculiaridad, cuentan con un aditamento para colocar las bebidas y que no estorben en la mesa. La Camelia es de dos pisos, pero en las tardes cuando no hay tanta afluencia no está disponible.
El ambiente es bastante tranquilo, la música de fondo es casi imperceptible, por lo que puedes platicar muy a gusto con tus acompañantes. Quienes frecuentan la Camelia son de todas las edades y de todos los géneros.
La oferta de bebidas es extensa, pero lo mejor son los mojitos que ciertamente son muy parecidos a los auténticos mojitos cubanos. Los cantineros son serios, pero atienden de manera amable.
Antes de ir a la Camelia debes considerar que no aceptan pago con tarjeta.

«Bailamela suavecita, mírame sígueme gózame». siempre que voy a la Camelia me viene ésta canción a la mente porque cuando lo frecuentaba en la pubertad, no parábamos de bailar ese tipo de canciones guapachosas.
El atractivo en aquella época eran «los chupes» y el pretexto de que había comida en el lugar, para que los padres no se alebrestaran tanto.
Ahora en lo personal solo he ido a echar una michelada cuando hay buen clima, a recordar viejos tiempos y a ver a la gente pasar ya que tienen una terraza que da al parque de San Ángel.
Seguramente conforme va cayendo la noche el lugar se va transformando en esta especie de tardeada con muchachos más jóvenes…

Cuando tenía dieciséis años visitaba La Camelia como si fuera un antro. Iba con mis amigos, pedíamos cubas pintadas, moraditos y micheladas… lo demás lo dejaré a la imaginación del lector. Ahora, he crecido y me gusta pensar que he dejado atrás las noches de chupes con colores radioactivos. Sin embargo, La Camelia no ha dejado de sorprenderme.
Hace poco fui a comer ahí (tuve suerte de llegar temprano a que después de las 2:30 se atasca) y me quedé muy impresionada con la calidad de la comida. Los camarones para pelar son una delicia, así como las tostadas de pulpo y cualquiera de los cocteles. Es un lugar ideal para ir en sábado con amigos, antes o después de visitar el Bazar del Sábado; echarse unas chelas, pedir comida al centro y pasar un buen rato en el centro de San Ángel. También, para todos aquellos que quieran continuar la fiesta de noche, La Camelia sigue siendo el mismo antro que yo visitaba en mi adolescencia (con todo y moraditos). Aunque, ciertamente, yo no lo recomendaría; la música «fiesta en Ibiza» simplemente ya no es lo mío.

Siempre es bueno tener una noche de caballero en la cual las imágenes femeninas solo se observen en el cambio de round de una pelea de box, la camelia es uno de esos sitios que desborda virilidad. Siendo una cantina de antaño se ha adaptado a las exigencias de los jóvenes bebedores. Aquí el tequila se toma derecho, mientras la cuba libre se vende como producto de primera necesidad; por otra parte la cocina no es solo para mujeres, también para hombres prácticos que calientas las pequeñas albóndigas picantes que sirven como botana en el microondas. Entre ruidos de fichas de domino y la voz de José Alfredo se pasan las noche entre amigos y bebidas preparadas por «Rafael» el amo y señor de la barra. La encuentras en la plaza san Jacinto en el corazón de San Ángel.

Cervezas de sabores, buenos mariscos y precios económicos en San Ángel, una de las zonas más bellas del D.F. así es la Camelia. La atención no es de lo mejor, pero si te sientas en la zona de terraza en planta alta, o afuera del lugar, te aseguro que lo olvidas y eres más que paciente al lado de una buena cerveza. El buffet es económico, sin embargo, te recomiendo mucho que pidas unos tres platos para «picar», lo más recomendable: los tacos de camarón y cochinita, los huaraches y aguachiles también son muy buenos. Recomiendo amplio este lugar en fines de semana, domingo o sábado, llega temprano o puedes hacer reservación para evitar esperar demasiado.