La Botica

Faz muito tempo que escuto falar sobre o mescal, bebida muito popular no México, considerada uma das mais representativas do país (junto à tequila, é claro). Para conhecer melhor essa iguaria, não há outro lugar. Esse pequeno boteco é conhecido por ser um dos mais tradicionais no quesito mescal, e eu fiquei bastante surpresa ao descobrir que a bebida é muito semelhante à cachaça brasileira.
Aqui o cardápio é todo escrito à mão e se você é um turista, como eu, vai precisar da ajuda do garçom para saber o que pedir. A boa notícia é que ele parece ter bastante prazer em explicar as especificidades de cada sabor aos clientes, e isso faz toda a diferença. Provei um dos shots mais fraquinhos da casa (de teor alcoólico de 38%), e confesso que não virei muito fã. Mas, para quem gosta de cachaça, tenho certeza que vai agradar.
Também provei algumas das opções cremosas, que tem apenas 20% de teor alcoólico. A de manga estava bem ruinzinha, mas a de doce de leite (esqueci o nome certo, mas ele vai saber qual é) me agradou bastante. Se você tiver dificuldade para beber o mescal puro, peça uma longneck para acompanhar. Ah, e antes que eu me esqueça: o queijo oaxaca, que é servido em todas as mesas, é muito gostoso, apesar da aparência de borracha. Não deixe de provar!

A mi me encanta esta red the mezcalerias. Si nunca has probado esta iguaria mexicana debes correr a La Botica más próxima para que no dejes escapar esta oportunidad.
En esta sucursal fuimos muy bien recibidos por David, que con mucho placer explicó a mis amigos e yo las diferencias entre los mezcales, sugirió algunas basado en nuestros gustos, todo con una gran sonrisa.
Yo pedí el the guayaba y aún que muy lejos me recordaba la fruta no era el mezcal más rico de la mesa. Mi amigo pidió el añejo, un poco suave y fácil de degustar.
Siempre hay que pedir una cerveza y comida para acompañar.
Entre queso oaxaca, las riquísimas abas y las naranjas con chile estuvimos muy bien servidos.
Aún que pequeña esta sucursal es muy agradable y el local perfecto para venir con los compañeros después de trabajar para el happy hour.

Mezcal para todos los gustos y bolsillos, las naranjitas siempre en su punto, el queso y los tamales de muy buen ver. Creo que el jueves es el mejor día aunque si le caen en lunes el alma lo agradece toda la semana… el único punto malo es que ahora en vez de Victoria tienen Carta Blanca, así no se vale.

Este es, probablemente, uno de los luagres más concurridos en los últimos años por la zona de la Roma. El mezcal, al parcer, está de moda, aunque en realidad siempre la ha estado. Simplemente, ahora, es más fácil de conseguir.
Este es uno de los mejores lugares para ingerir esa bebida en, me atrevo a decir, toda la ciudad. Aunque se debe añadir que su tamaño tan reducido lo hace, ciertamente, un poco incomodo, sobre todo si vas en compañia de cinco o más amigos, por lo que te recomiendo que si planeas ir, sea aquellas ocasiones en que son sólo tú y no más de dos acompañantes. Obviamente, por lo mismo, llega temprano o tendrás que esperar unos minutos para poder sentarte.
En cuanto a las bebidas, qué se puede decir. A mí, en lo personal, que no megustan los sabores demasiado exóticos en las bebidas, me conformo con un minero, pero para aquellos que les gusta experimentar, aquí tendrán un par de opciones bastante interesantes.
La comida no es la mejor, por lo que, sinceramente, yo prefiero botanear simplemente con las habas que te dejan en tu mesa

No sé si fue en la Condesa o fue en esta sucursal de la Roma que nació el enorme hype alrededor del mezcal, pero se mantiene.
Si bien es una de las más pequeñas, es también muy cómoda pues te puedes sentar afuera, fumar y disfrutar de una de las calles con más vida de esta colonia.
Las bebidas alcohólicas se venden sólo con alimentos, por lo que te recomiendo pedir la manzana con chile o la bolsa de palomitas, pues los burritos suelen ser típicos de mini súper.
En cuanto al mezcal, la última vez que fui el de gusano me supo francamente perfumado y más que nada a puro alcohol, no sé si haya sido el día o mi paladar, pero de ahora en adelante preferiré tomar un Tobalá o un Minero.
Prueben el raspado de tamarindo y la Juana Sangrienta.

Todos beben mezcal y todos son grandes conocedores de esta bebida. O al menos, eso decimos todos. Mito o verdad, el mezcal está en su apogeo.
Yo no puedo negar que primer encuentro, cara a cara, con esta bebida fue en este pequeño, pequeñísimo, lugar de la Roma. Aquí lo conocí, aquí lo probé, aquí me enamoré y aquí nació nuestro amorío que no parece conocer fin.
Buen mezcal y a buen precio, ¿qué más le podemos pedir a la vida? El minero nunca me ha fallado, pero cuando me siento más desafiante, tengo de donde escoger en su carta. Para los novatos, es buen lugar para conocer la bebida de moda.
Para que no te pegue, puedes pedir un queso Oaxaca (te lo dan completito) o unos tamales. Las habas y las naranjitas (todo con chilito) no faltarán sobre tu mesa.