La Barraca Valenciana

Otra gran opción en Coyoacán para venir a comer o cenar muy rico y con la gran variedad de tapas y tortas que venden en este local. El menú ofrece principalmente tapas y tortas con ingredientes de origen español, a simple vista son tortas como las de aqui pero llevan cosas como chistorra, fuet, queso gruyère, jamón serrano, chimichurri, champiñones y berenjena.
El lugar esta pequeño, tiene unas cuantas mesitas, de fono tocan música gitana, valenciana o rumba flamenca; el servicio es rápido y efectivo; los precios son razonables porque siendo tortas pueden parecer caros, pero con los ingredientes exclusivos y por lo bien servidos que están lo valen.
También venden botanas, lo mas rico es la
Chistorra con queso; venden postres pero la verdad no son muy fan de los dulces españoles ni mediterráneos. Todos los dias venden cerveza nacional e importada.

Las tortas y tapas son excelentes, pero quizá lo que hace destacar a este sitio es la incomparable selección de cerveza artesanal e importada, seleccionada por un «beer sommelier». Cada etiqueta de elige con esmero y hacen la pareja perfecta de una torta de bacalao o un carpaccio de res wagyu.

Leo con sorpresa todas las reseñas positivas hacia este restaurante, pero la verdad es que salvó el servicio, la comida no me ha gustado casi nada. Las croquetas de jamón hemos tenido que dejarlas (líquidas por dentro y no tenían buen sabor), la tortilla de patatas con exceso de huevo y dura, y las patatas bravas no eran patatas bravas, eran unas patatas cocidas con una especie de salsa rosa. La torta Madrid no estaba mal, pero el rebozado de los calamares no era el correcto. En fin, una decepción de un sitio en el que esperábamos haber encontrado algo mejor cocinado, especialmente las cosas más fáciles.

La primera vez que pasé por La Barraca Valenciana parecía que era el único restaurante abierto en Domingo a las 4 de la tarde, pero eso no me decepcionó a poner mi nombre en la lista. Esperé alrededor de 40 minutos cuando por fin pasé a la mesa; mientras caminaba observaba las famosas tortas en las mesas de a lado y fue cuando supe que era una fusión regional con española. Ordené la torta de chorizo con aguacate y queso manchego y me pareció fenomenal, lo mejor es que juré que la iban a servir en baguette y cuando voltee literal había una torta enfrente de mi (la sirven en telera, buenísima). Ofrecen una gran variedad, como la de calamares con chimichurri, otras con jamón serrano, hasta vegetarianas.
El sazón del lugar me encantó, lo único malo es que es muy chiquito y para grupos grandes es muy difícil pasar, así que siempre es recomendable ir con 5 personas como máximo.

Encuentro fascinante la danza entre dos culturas; en donde los primeros rastros de intercambio cultural se muestran en la gastronomía.
La Barraca Valenciana ubicada en la Coyoacán es el choque de dos mundos perfectos: La gastronomía tortera mexicana y la excelente cocina española; cargándose un poco hacia ésta última. Excelente lugar para ir con amigos y aprovechar que en ciertos días hay descorche (Lunes, Marte y Miércoles 5 – 8) y pedir varias tapas al centro. Aunque recomendaría todo en el menú de tapas, el pan tomate con jamón serrano, unos camarones a la romana, patatas bravas o hasta la tortilla española son excelentes.
Pero las tortas de La Barraca son una verdadera majadería. De esas tortas que sabes que no son del todo saludables pero cada pedazo de grasa del jamón serrano o chorizo hacen de la blasfemia simplemente algo aceptable. Naturalmente recomiendo la Torta Valenciana con jamón serrano, chorizo y queso. La Del Mar con Calamares y chimichurri está muy buena también o la Inglesa con salchicha, cebollas y mostaza es un manjar. Si no eres carnívoro hay opción vegetariana con berenjena y queso.
Además de tener excelente comida, tienen una muy buena variedad de cervezas artesanales mexicanas y opciones de vino tinto y blanco.
Nota: Si eres de los que se salta misa, aquí generalmente los domingos tienen paella.

La Barraca Valenciana, en sus inicios fue una tortería de especialidades españolas, pero ahora que la siguiente generación se hizo cargo del negocio ya es una tapería; además siguen vendiendo las tortas, de hecho es su especialidad, pero hay tapas, cervezas artesanales de todo el mundo, incluso el dueño tiene su marca propia de cerveza…
Por otra parte, algo que a mí me fascina es que hay carta de vinos; digo, aunque estoy chaval sé que ciertos alimentos es mejor comerlos con un rico vino.
Fui hace poco y me pedí unos Huevos rotos, que están preparados con su cama de papas, dos huevos fritos cubiertos de jamón serrano espolvoreado de paprika…
No saben, delicioso. También me comí una torta valenciana, hecha con jamón serrano y chorizo español. Para acompañar estas delicias una sopa de frijol y chicharrón, cortesía del lugar. Y finalmente, para no abusar comiendo tanto, un chato de vino tinto de la casa. Por supuesto que salí casi rodando, pero complacido y con el fiel deseo de volver en breve.

Cuando mis amigas sufren por amor hay dos cosas que hago por ellas: 1. Les arreglo las uñas, las peino y maquillo y 2. Las invito a que conozcamos juntas lugares para comer o beber. Hace 4 meses, una de mis féminas favoritas mandaba al carajo a su última conquista y al ser un viernes por la noche en el que debíamos estar en casa pero seguíamos en la oficina, le dije que fuéramos a cenar algo lleno de pecado.
Quisimos probar unas pizzas famosas en Coyoacán pero el local estaba atascado; caminamos sobre la misma acera y hallamos la Barraca; ni bien entramos pusieron la cadena porque el cupo (reducido) estaba lleno, ¡no sufriríamos por el bullicio!
Preguntamos por los obligados de la carta y nos mencionaron tres: las hamburguesas, las tortas de calamar con chimichurri y las horchatas estilo español. Nos quedamos con los calamares y yo pedí horchata. A la primera le hicimos muchas fiestas, ojo, las tortas no están muy «rellenas», más bien les falta contenido pero la segunda me supo horrenda, díganme pocopaseada mas el sabor es fuerte y húmedo; me la tomé para no desperdiciar pero nunca volveré a ordenarla. Si les gustan y saben de cervezas y vinos, hay muchos de donde escoger aunque por copeo suelen darles sólo dos opciones.
Vayan temprano porque los viernes y sábados se llena y como es un sitio tranquilo, la gente no quiere irse rápido.

Éstas NO son unas tortas cualesquiera… ¡son verdadera tortas gourmet!
Efectivamente, las combinaciones que contienen estas tortas no las encuentras en otro lado y te aseguro que elijas la que elijas será deliciosa. No tienen desperdicio. Para mí, la mejor de todas es una que ya no aparece en el menú: la de calamares con alioli (mayonesa o salsa de ajo), pero… si la pides… te la prepararán sin chistar.
Otra cosa que me encanta de la Barraca son los chilitos con ajo que ponen en la mesa (y que también incluyen los pedidos para llevar), así como la enorme variedad de cervezas entre las que puedes elegir, aunque hay algunas que nunca he probado y que, como dijo Don Teofilito, jamás lo haré… porque ¡son carísimas!
Además de las tortas hay otras opciones en el menú. Te recomiendo las tapas estilo español: pan tomate, croquetas, chistorra, calamares y tortilla de papa, así como las sugerencias del chef.
Los precios de las tortas pueden parecer elevados, pero es que no son simples tortas, son platillos de lujo.

Éste es el restaurante que todos quisiéramos tener en la esquina de casa. Salir sin arreglarte demasiado, quizás sin bañarte, caminar un poco y ya está. La Barraca Valenciana –La Barraca, a secas, para los cuates– es un antojo perpetuo.
Un local pequeño que soía ser una humeante tortería. Aunque ha buscado restar importancia a las tortas dentro de su menú, éstas siguen siendo el centro de atención. Ya sea la del mar (de calamares con chimichurri), la secretaria (pierna, chorizo y queso), la blanc y negre (morcilla y longaniza blanca) o cualquier otra del menú, el agasajo está garantizado.
Además de las tortas, los camarones cucaracha, las patatas bravas, el tartar de atún, el cochinito cocinado y en general cualquier cosa del menú son maravillosas. Este lugar no sabe fallar.
Por si fuera poco, tienen una gran y buena selección de cervezas artesanales, mejor que en cualquier restaurante que lo supere por tamaño y precios.