Kumon Centros de Matemáticas

Si este lugar hubiese existido antes de que las matemáticas y yo rompiéramos relaciones diplomáticas en la Primaria, quizá hubiese sido actuaria. Pero dicen que las cosas pasan por algo y, como sea, sobreviví a la educación básica con todo y esa escabrosa materia.
Honestamente siempre pensé que este Centro de Matemáticas sería una escuela de regularización más. Clases y tareas extra con las que, si bien les iba a los chavos, aprobarían la materia para respirar tranquilos hasta el siguiente periodo escolar. Punto.
Una amiga me comentó que se trataba de un concepto diferente. Y es precisamente ahora, con una adolescente en casa, cuando pensé en Kumon como una opción para sortear el trago un tanto amargo del álgebra y en el que, por obvias razones, yo no soy lo que podría decirse «de ayuda efectiva».
Una buena y una mala. La mala: sí hay tareas. La buena: sí existe una gran diferencia con las típicas escuelas de regularización. Mediante un orden lógico y el constante reconocimiento a las capacidades del menor, éstos adquieren tal habilidad que su proceso de aprendizaje se vuelve autodidacta, no sólo en cuestiones numéricas, sino de manera generalizada.
Sé que suena más enredado de lo que es en realidad. Por eso les recomiendo acudir a una sesión informativa los miércoles a las 13 y 19 horas. Lo que sí sé es que la práctica de lo que aquí aprenden los niños les ayudará por el resto de sus vidas.