Jardín del Arte Tlacoquemécatl

Yo he usado sus bancas rojas como un remanso, allí puedo leer con tranquilidad, a menos que sea viernes, porque se pone un pequeño tianguis y el flujo de los visitantes se vuelve copioso. El parque es pequeño, pero gracias a que no es tan visitado, está bien cuidado. A pesar de su pequeñez podrás encontrar varios juegos infantiles que suelen estar vacíos. Además cuenta con unas canchas de basquetbol, se encuentran en prefecto estado. A un lado de las canchas hay unas barras que por la mañanas siempre las veo ocupadas, dicen que son más efectivas que el gimnasio, ya que cargas tu propio peso.
Sin duda el atractivo más grande del parque es la pequeña Parroquia del Señor del Buen Despacho, tiene un estilo provinciano, es pequeña, blanca, y adornada con ladrillo rojo, contrasta mucho con las demás iglesias de la Colonia del Valle. También los fines de semana verás sobre el lado de González de Cossío algunos pequeños puestos de artesanías.

De verdad no entiendo porque hay tanta gente los domingos viendo los cuadros que se venden en Tlacoquemécatl. Para empezar sólo son tres artistas los que venden, por lo que hay muy pocos cuadros. No es entonces un lugar en el que puedas pasar tiempo admirando arte con tu familia por un buen rato, como si sucede en el jardín de arte de Sulivan en el centro, por ejemplo. En segunda, me molesta que lo llamen jardín del arte, pues en un jardín de arte debería existir para empezar variedad de obras y corrientes por un lado y deberían venderse no únicamente cuadros, si no pinceles, pinturas, oleos, y todo lo que un artista pudiera necesitar. Y tercero y no por último menos importante, son carísimos y feos. Lo feo me lo pueden debatir pues en gustos se rompen géneros, pero lo caro es o no es, y estos están sumamente sobrevalorados.
Yo lo veo como un atractivo más del parque pero no como la atracción principal. Lo que si está bien es que si vas a alguno de los restaurantes cerca de ahí y no hay mesa, si puedes entretenerte aunque sea unos minutos a verlos.

Desde hace 15 años, la acera poniente del parque Tlacoquemécatl (calle Moras, entre Tlacoquemécatl y Pilares), en la colonia del mismo nombre de la delegación Benito Juárez, se convierte cada domingo en una alargada galería de obras pictóricas expuestas y vendidas por sus propios autores.
Se trata de un Jardín del Arte dominical, al que concurren habitualmente los vecinos de las colonias aledañas, luego de asistir a los servicios religiosos en la parroquia del Señor del Buen Despacho, ubicado en el extremo contrario del propio parque, sobre la calle de Adolfo Prieto.
Ahí podrás encontrar naturalezas muertas, retratos, pintura figurativa, realista, y muy raramente obras surrealistas. La mayoría de los pintores son a la vez vecinos de la zona y sus precios resultan generalmente muy accesibles. Además, algunos de ellos pueden hacerte trabajos sobre pedido, especialmente retratos, con muy buena calidad.